En Egipto, el proceso de legalización de los lugares de culto cristianos construidos en el pasado sin los permisos necesarios avanza a buen ritmo. En los últimos días, el comité gubernamental creado ad hoc para examinar los edificios de culto ha dado luz verde a la legalización de otros 88 templos, informa Fides.

Hasta la fecha, 1109 iglesias y edificios han sido revisados y regularizados por dicho comité. El proceso de verificación y regularización comenzó con la aprobación de la nueva ley sobre la construcción y administración de lugares de culto, ratificado por el parlamento egipcio hace casi tres años, el 30 de agosto de 2016.

Las iglesias sometidas a examen por el comité gubernamental son sobre todo las construidas antes de la entrada en vigor de la nueva ley sobre la construcción de edificios de culto cristianos. El comité está a cargo de verificar si miles de iglesias cristianas y lugares de oración construidos en el pasado sin las autorizaciones requeridas cumplen con los estándares establecidos por la nueva ley. La verificación generalmente se resuelve a favor de la regularización de los lugares de culto.

Las iglesias sometidas a examen por el comité gubernamental son sobre todo las construidas antes de la entrada en vigor de la nueva ley sobre la construcción de edificios de culto cristianos

En las últimas décadas, muchas iglesias y capillas se construyeron sin todas las autorizaciones necesarias. Incluso hoy, estos mismos edificios, levantados por comunidades cristianas locales sin permisos legales, continúan siendo utilizados de vez en cuando como excusa por grupos islamistas para fomentar la violencia sectaria contra los cristianos.

La ley sobre los lugares de culto de agosto de 2016 representó un paso objetivo para las comunidades cristianas egipcias con respecto a las llamadas “10 reglas” agregadas en 1934 a la legislación otomana por el Ministerio del Interior, que prohibía, entre otras cosas, la construcción de nuevas iglesias cerca de escuelas, canales, edificios gubernamentales, ferrocarriles y áreas residenciales. En muchos casos, la aplicación estricta de esas reglas había impedido la construcción de iglesias en ciudades y pueblos habitados por cristianos, especialmente en las zonas rurales del Alto Egipto.