El derrocado expresidente islamista egipcio Mohamed Mursi falleció el lunes, tras sufrir un desmayo en un tribunal después de comparecer en una audiencia, reportó la televisión estatal e informa Reuters. La red estatal de televisión aseguró que la muerte se produjo por un paro cardíaco.

Mursi, una destacada figura de la agrupación Hermanos Musulmanes, fue el primer presidente democráticamente elegido en la historia moderna de Egipto y estaba encarcelado desde que fue derrocado por militares  -dirigidos por el general Abdel Fatah al Sisi-  en 2013 tras protestas masivas en su contra.

La televisión estatal dijo que Mursi, que tenía 67 años, estaba compareciendo en una audiencia en los tribunales por acusaciones de espionaje relacionadas con sus supuestos contactos con el grupo islamista palestino Hamas.

Mursi estaba cumpliendo una sentencia de 20 años de cárcel por una condena relacionada con la muerte de manifestantes durante las manifestaciones de 2012 y una cadena perpetua por espionaje en un caso relacionado con Qatar.

Mursi estaba cumpliendo una sentencia de 20 años de cárcel por una condena relacionada con la muerte de manifestantes durante las protestas de 2012 y una cadena perpetua por espionaje en un caso relacionado con Qatar

Su cuerpo fue sepultado este martes en Medinat Nasr, un barrio de El Cairo, aseguró a la AFP uno de sus abogados, recoge Swissinfo.

Según fuentes de seguridad y judiciales, Mursi se desplomó tras hablar ante el tribunal y fue trasladado a un hospital en el que murió.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, aliado del expresidente islamista, le rindió homenaje calificándolo de "mártir" y culpó a los "tiranos" en el poder en Egipto por su muerte.
"La Historia no olvidará a aquellos tiranos que lo llevaron a la muerte encarcelándolo y amenazando con ejecutarlo", señaló Erdogan en un discurso en la televisión en Estambul.

El Partido de la Libertad y la Justicia, brazo político de los Hermanos Musulmanes, también acusó a las autoridades egipcias de "lento asesinato", denunciando las "malas condiciones" de detención de Mursi.

"Era percibido como la marioneta de los Hermanos, a los cuales ubicó en puestos de la administración, lo que irritó a la burocracia de arriba y a la población", estima Mustafá Kamel Al Sayid, politólogo.