The New York Times tomó la inusual decisión de publicar una columna de opinión anónima a petición de su autor, un funcionario de alto rango en el Gobierno de EEUU de Donald Trump.

El susodicho autor de la columna afirma que "muchos de los funcionarios de alto rango en su propio gobierno trabajan diligentemente desde dentro para frustrar partes de su agenda y sus peores inclinaciones". "Yo sé que es así. Yo soy uno de ellos", añade. "Muchos funcionarios designados por Trump nos hemos comprometido a hacer lo que esté a nuestro alcance para preservar nuestras instituciones democráticas y, al mismo tiempo, frustrar los impulsos más erróneos de Trump hasta que deje el cargo".

En su opinión, es así porque: creemos que nuestro primer deber es con este país, y el presidente continúa actuando de una manera que es perjudicial para la salud de nuestra república

Y añade: "Haremos lo que podamos para dirigir el rumbo del gobierno en la dirección correcta hasta que —de una manera u otra— llegue a su fin". ¿Comprenden? Son ellos quienes, desde las sombras, deciden qué debe hacer o qué no debe hacer el Gobierno... lo que implica un soberano desprecio a los electores que han elegido a dicho Gobierno. Muy democrático. Y el New York Times, o el señor Bob Woodward, aplauden.

"Existe una resistencia silenciosa dentro del gobierno compuesta por personas que eligen anteponer al país. Sin embargo, la verdadera diferencia será hecha por los ciudadanos comunes que se pongan por encima de la política, se unan con los adversarios y decidan eliminar las etiquetas para portar una sola: la de estadounidenses", concluye.