• El Departamento de Estado criticó la convocatoria del régimen de Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente, describiéndola como una burda maniobra para evitar las elecciones.
  • Mientras, la Asamblea Nacional de Venezuela, la verdadera, aprobó un proyecto de acuerdo para rechazar la convocatoria del presidente.
  • Y ya van 29 muertos y cientos de heridos y detenidos por las protestas ciudadanas contra el régimen chavista.
La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó ayer martes en sesión ordinaria un proyecto de acuerdo para rechazar la convocatoria del presidente dictador, Nicolás Maduro, de una Asamblea Constituyente, señalando que se trata de una iniciativa "fraudulenta" al no cumplir con el procedimiento y los requisitos previstos por la ley. El jefe del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges, aseguró que la formación de una Asamblea Constituyente supone el "aniquilamiento" de la democracia en el país caribeño e insistió en una rebelión popular para evitarlo. "Si todos no damos todo, corremos el riesgo de que se instale y se atornille lo que el mundo entero está luchando, junto con nosotros, por evitar, y es el aniquilamiento de la democracia, y tenemos que verlo así, sin falsos dramatismos", añadió. Al tiempo, la iniciativa presidencial anunciada ayer fue calificada por los principales líderes de la oposición como un nuevo "golpe de Estado" y una estrategia para demorar las elecciones presidenciales que están previstas según la Constitución para 2018. En paralelo, miles de opositores en Caracas y en las principales ciudades de Venezuela cortaron ayer calles y avenidas en protesta por el anuncio del presidente Maduro de convocar una Asamblea Nacional Constituyente. La iniciativa, convocada por la alianza Mesa de la Unidad Democrática, para cerrar las principales vías de circulación del país, se llevó a cabo en decenas de lugares de toda la capital venezolana y del interior del país. El ministro de Interior y Justicia de Venezuela, Néstor Reverol, por su parte, anunció ayer la suspensión del derecho de portar armas en todo el país como medida para garantizar la paz, tras más de un mes de protestas que han dejado un saldo de 29 muertos y cientos de heridos y detenidos. Recordemos que las manifestaciones estallaron luego de que el máximo tribunal se adjudicara brevemente las funciones del Parlamento -de mayoría opositora-, y con ellas se exige elecciones generales para superar la crisis del país. Y en ese contexto, el Departamento de Estado de EEUU criticó el martes la convocatoria del régimen de Nicolás Maduro a una Asamblea Nacional Constituyente, describiéndola como una burda maniobra para evitar las elecciones, y dejó entrever que Washington podría aplicar nuevas sanciones individuales contra el chavismo, publica El Nuevo Herald. Michael Fitzpatrick, subsecretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, también explicó que aún no ha terminado el proceso de congelar activos pertenecientes al vicepresidente de Venezuela Tareck El Aissami, quien fue declarado en enero como un importante actor en las operaciones de narcotráfico. Aunque admitió no tener una cantidad exacta, Fitzpatrick dijo que son cientos de millones de dólares los que le han sido congelados en el sistema financiero de Estados Unidos a El Aissami y a su testaferro, Samark López Bello. Pero el funcionario, quien emitió sus declaraciones en una teleconferencia con periodistas, dijo que el anuncio formulado el lunes por la noche por Maduro podría conducir a la aplicación de nuevas sanciones. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com