En Ecuador, el pasado martes 25 de agosto la Asamblea Nacional aprobó con 79 votos el Código Orgánico de Salud (COS), dando como límite el 26 de septiembre para que el presidente Lenín Moreno pudiese aprobar o vetar la ley.

Desde entonces, como publicamos en la crónica semanal sobre Hispanoamérica, grupos provida se manifestaron para exigir al presidente Moreno que vetase el Código Orgánico de Salud porque abría las puertas al aborto, los vientres de alquiler y la enseñanza de la ideología de género a menores.

Pues bien: así fue. Moreno lo vetó. Y la razón aducida por el Gobierno ecuatoriano para vetarlo fue que contenía muchas imprecisiones de índole técnico en materia de salud. El código de salud contenía un “enfoque sancionador que lejos de garantizar el derecho a la salud puede convertirse en un obstáculo para la atención ágil y oportuna por parte de médicos y demás personal de salud”, según el diario El Universo.

La activista provida y miembro de Matrimonios al Rescate, Geraldine Weber, dijo a ACI Prensa que este veto es un triunfo de la vida y agradeció “primero a Dios, al presidente y a todos los grupos provida” por apoyar esta lucha.

También en declaraciones a ACI Prensa, el Director del Frente Nacional por la Familia, Erwin Ronquillo, señaló que “hoy ganó la sensatez” y resaltó que el presidente Moreno ha sido “sensible a los pedidos de las familias del Ecuador, de cientos de organizaciones de la sociedad civil y decenas de gremios de médicos, psicólogos, psiquiatras, enfermeras, odontólogos, prestadores de salud y empresarios”. Ronquillo indicó que con este veto el proyecto se archiva un año, cuando se “abre la oportunidad para que una nueva Asamblea, que será elegida en las elecciones del 2021, lo vuelva a discutir”.

El Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, indicó que recibió con alegría la noticia del veto del Código de Salud y señaló que “este es un día histórico porque la vida ha triunfado”. El Prelado agradeció a las autoridades por escuchar el clamor del pueblo y “decir un no a un código de muerte” y señaló que Ecuador es un país que se compromete con la vida. “Desde un primer momento dijimos que ese código era un código de muerte y hoy decimos con alegría que la vida ha triunfado”, subrayó.