• El presidente ecuatoriano, en horas bajas por sus impopulares leyes de Herencias y Plusvalía.
  • Según el Gobierno ecuatoriano, ambas leyes tratan de lograr una mayor distribución de la riqueza a través de impuestos a las clases altas.
  • Pero, aunque el Gobierno las ha retirado, han seguido generado numerosas críticas entre los ciudadanos, ya que creen que estas medidas se pueden extender también a la clase media o baja del país.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa (en la imagen), se enfrenta en su país a las protestas por la Ley de Herencias y la Ley de Plusvalía, y eso que las ha retirado temporalmente. Según el Gobierno ecuatoriano, tratan de lograr una mayor distribución de la riqueza a través de impuestos a las clases altas. Esas leyes grabarán los ingresos obtenidos sobre las ganancias extraordinarias de las grandes fortunas. En concreto, la Ley de Herencias propone un impuesto de 2,5% para herencias entre 35.400 a 70.800 dólares; uno de 7,5% para herencias entre 70.800 y 141.600; uno del 17,5% para montos entre 141.600 y 283.200; de 32,5% hasta los 566.400. Las herencias que superen este límite, pagarían hasta 47,5%. Mientras que la Ley de Plusvalía prevé gravar la ganancia extraordinaria de terrenos privados gracias a inversiones estatales. Pero, aunque el Gobierno las ha retirado, han seguido generado numerosas críticas entre los ciudadanos, ya que creen que estas medidas se pueden extender también a la clase media o baja del país. Pero Correa no rehuye el debate y en su cuenta de Twitter hizo referencia a la "intolerable desigualdad" de Ecuador y señaló que no se puede llamar democracia a "un país donde menos del 2% de las familias poseen el 90% de las grandes empresas", publicó Europa Press. "La mayoría de los ecuatorianos no recibirá una herencia en su vida. Pero la minoría absoluta dueña del poder económico y de los medios de comunicación dice que estamos atentando contra las familias", así explicaba en Bruselas el propio presidente ecuatoriano Rafael Correa la tensión que vive en estos momentos su país. Sin embargo, las confederaciones sindicales e indígenas han convocado a nuevas manifestaciones esta semana. La oposición llama a una marcha el 25 de junio, publica DW. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com