• A cambio de liquidez, porque no les queda otra: con las nóminas de octubre pagadas, la tesorería de Duro está a cero.
  • El presidente ha resistido hasta el final para su relevo por Acacio Rodríguez, como adelantó Hispanidad.
  • La empresa no ha aceptado compartir al 50% con la banca las garantías para la línea de liquidez de 31 millones, pero sí la salida de Del Valle.
  • Pero la firma del acuerdo entre las partes será el jueves, en la sede madrileña de Price Waterhouse.
En guión marcado por los bancos acreedores para el rescate de Duro Felguera se ha cumplido, entre sobresaltos, sobre todo por la resistencia de su presidente, Ángel Antonio del Valle, para su relevo en el cargo por Acacio Rodríguez, como adelantó Hispanidad. Pero al final, Del Valle sale, entre muchos dimes y diretes, porque los consejeros, entre ellos Acacio Rodríguez, han cedido en ese punto, a cambio de liquidez. Hasta el propio Del Valle lo sabe y, aunque la renuncia no es oficial, se está despidiendo, de hecho, de todos. A fuerza ahorcan, como quien dice, porque de esa salida depende también la línea de liquidez de 31 millones, y sin ese dinero, la empresa no puede pagar las próximas nóminas a sus 2.000 trabajadores. El abono de las nóminas de octubre ya está hecho, este martes, pero ha dejado a cero la tesorería. Esa línea de liquidez es necesaria también para afrontar otros pagos y sostener la actividad de la empresa. No es una razón menuda, aunque Del Valle sea también representante de la propiedad, con un 24,4%. Los bancos habían planteado a la empresa asumir juntos y a partes iguales las garantías para los 31 millones, pero la empresa se ha negado a poner nada, y a cambio ha entregado la cabeza de Del Valle, que seguirá como consejero pero sin poderes ejecutivos. El acuerdo, sobre esos supuestos, se firmará el próximo jueves, a la doce del mediodía, en la sede madrileña de Price Waterhouse. Los bancos, dicho de otro modo, asumirán en su conjunto el cash de 31 millones,  pero a través de la liberación avales que permitirán, a su vez, el desbloqueo de fondos pignorados de la ingeniería. Y a partir de ahí, comenzará otra fase, también compleja, para la viabilidad de la ingeniería, en la que se deberán sustanciar los acuerdos para refinanciar la deuda, capitalizar en 200 millones la sociedad y ampliar capital en 100 millones, contando para ello con la entrada de un  socio industrial. Es otro escenario en el que no todos los bancos se juegan lo mismo en el desenlace ni están igual de expuestos en riesgo. Encuadren ahí, además, la nueva prórroga para renegociar la deuda (standstill), impulsada desde Santander (un 54% del riesgo financiero), al que se sumaron el resto (CaixabankSabadell, Bankia, BBVA y, la semana pasada, Liberbank y el Banco Cooperativo Español). Y mientras todo eso se va cumpliendo, la banca espera también la llegada de un caballero blanco como futuro socio industrial, con una preferencia clara: quieren a un socio que entienda el negocio y sea del sector, requisitos que cumplen la ingeniería asturiana TSK o Acciona, pero no los chinos de China State Construction Engineering (CSCE). Han mostrado su interés, pero según los bancos, sólo buscan una vías para entrar en escena con una licencian de actividad (equivalente a una ficha bancaria en el sector financiero). Rafael Esparza