En su reunión de junio, celebrada este jueves, el Banco Central Europeo ha decidido mantener los tipos de interés en el 0% y la facilidad de depósito en el -0,40%. En la nota remitida a los medios, el supervisor afirma, además, que estos niveles se mantendrán así “al menos hasta el primer semestre de 2020 y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a medio plazo".

En ocho palabras: Mario Draghi se ha cargado el negocio bancario. Porque además, la medida afecta de manera especialmente negativa a la banca doméstica -entre la que está la española- y beneficia a la banca más especulativa, la de inversión.

Para que se hagan una idea de la situación, el CEO de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha admitido este jueves que, después de cinco años sufriendo la misma situación, “no estamos preparados para tipos de interés negativos”. De hecho, la banca europea lleva dos años esperando justo lo contrario, esto es, una subida, aunque mínima, de los tipos, y lo ha ido reflejando en sus planes estratégicos. ¿No queríais que mantuviera los tipo al 0%? Pues toma dos tazas.