Los dos años de Presidencia USA del discutidísimo y criticadísimo Donald Trump pueden resumirse así: dos años de mayor libertad tras la dictadura progre de Barack Obama. Dos años de defensa del derecho a la vida. Un derecho sin el cual no puede existir ningún otro. Al tiempo, una economía boyante y muchos claroscuros en política exterior.

¿Donald Trump es un barbián? Sí, pero un barbián valiente para defender sus principios, también aquellos en los que se equivoca.

Y así, la nota distintiva de su discurso sobre el Estado de la Unión del martes 5 coincidía en el tiempo con la última barbaridad del Partido Demócrata, dirigido hoy -¡ay dolor!- por la peor figura existente en la política contemporánea: el católico progresista, tipo Nancy Pelosi o Joe Biden.

Mientras Trump hablaba, los demócratas defendían que el niño que sobreviva a un aborto no sea atendido por médicos: hay que ocultar las pruebas del delito legal  

Y es que el Partido Demócrata, obsesionado con promocionar el aborto y con acabar con el derecho a la vida, acaba de impedir, con su mayoría en el Congreso, que los niños que sobrevivan a los torturantes procesos de aborto reciban atención médica: hay que ocultar las pruebas del muy legal delito (no, no es una contradicción). Es el colmo del ensañamiento con la persona más indefensa y más inocente de todas: el concebido y no nacido.

Porque Trump es un barbián grosero pero es, al mismo tiempo, un barbián que cree honradamente en una serie de principios. Por ejemplo, cree en el derecho a la vida sin el cual no puede existir derecho alguno y cree en la libertad, frente al liberticidio progresista que implantara Barack Obama, que representaba Hillary Clinton… y que ha inundado el Partido Demócrata y parte del Republicano.

Lo mejor y lo peor del presidente: bien con China y Rusia, mal con el mundo árabe, peor con el mundo hispano

Por lo demás, el balance realizado en el Discurso sobre el estado de la nación fue un balance de la gestión económica de Trump, mucho mejor que la de Obama: en Estados Unidos no existe el paro y la economía crece al 2,8%. En el entretanto, Europa vive obsesionada por el desempleo y crece al 1,8%. Y el Estado del Bienestar es mínimo allí, miren qué cosas. Menos Estado del Bienestar y mejor estado de la sociedad, una sociedad donde todos quieren acudir. Y eso que al arriba firmante, el estilo de vida americano no le agrada, pero reconozco que es uno de los pueblos que aún creen en la libertad y que rechaza, todavía mayoritariamente, la ideología de género

En política exterior, Trump ha hecho bien en enfrentarse a la peligrosa tiranía China. En breve, Occidente tendrá que enfrentarse al nuevo gigante mundial, India, y su temible panteísmo hindú.

Por contra, Trump se ha equivocado en su apoyo al sunismo frente al chiísmo. El peligro no está en Teherán, sino en Riad.

Y lo peor: su desprecio hacia los hispanos y su obsesión por un muro que, como todos los muros, se saltará y saltará en pedazos.

Donald Trump: un hombre que defiende la vida y la libertad… frente a un Partido Demócrata homicida. ¿Grosero? Sí que lo es, pero esto no es lo fundamental. Si no, acuérdense del educadísimo –y venenoso– Barack Obama.