Por tercera noche consecutiva, las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel en varias ciudades han acabado en incidentes violentos en los que han sido arrestadas al menos ocho personas en Barcelona, mientras que en Valencia se han producido otras ocho detenciones.

Y en la mañana de hoy viernes, medio centenar de estudiantes han irrumpido en las oficinas de vicerrectorados y en los patios del edificio histórico de la Universitat de Barcelona (UB), donde han encendido bengalas,.

Hay que recordar que en un tuit, el podemita Pablo Echenique decía, el pasado 17 de febrero: “Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles. Ayer en Barcelona, hoy en la Puerta del Sol. La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidades con contundencia”.

Además, según ha informado hoy La Razón, el Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR), un grupo que en sus inicios estuvo vinculado a Podemos, está en el origen de la concentración, no autorizada, que se produjo en la Puerta del Sol de Madrid el miércoles por la tarde y que dio origen a los graves disturbios que se produjeron a continuación.

Así que el tuit publicado por Pablo Echenique, en el que animaba a los manifestantes antifascistas y el hecho que desde la formación morada no se condenara la violencia que se produjo durante los disturbios, demuestran, en opinión de los citados medios, que lo ocurrido no disgustó al partido de Pablo Iglesias, aunque no lo organizaran ellos, añade La Razón.

Así las cosas, al presidente del Gobierno Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que, tras días de sospechoso silencio, afirmar que condenar los actos violentos. "La violencia es inadmisible en una democracia y no hay ningún tipo de excepción a esta regla que pueda justificar la violencia. La violencia no es una libertad, es un ataque a la libertad de los demás y a la democracia". Y España, ha dicho, es una democracia "plena", contestando así de forma velada a las críticas del vicepresidente segundo del Ejecutivo, Pablo Iglesias, quien afirmó que en este país no existía "plena normalidad política y democrática", refiriéndose a la situación de los presos del 'procés'.

Ha añadido que el Gobierno "hará frente a cualquier forma de violencia y garantizará la seguridad ciudadana" porque "la violencia es inadmisible en una democracia plena como España".

Eso sí, Sánchez no se ha referido explícitamente a la actitud del partido de Pablo Iglesias ante esas movilizaciones pero ha insistido en que no se puede admitir ningún tipo de violencia.