Walt Disney ha ido un paso más allá de lo políticamente correcto y más bien, ha apostado por lo estúpidamente correcto. De hecho, acaba de elegir a una actriz negra para protagonizar la nueva versión de La Sirenita, que por tanto, no se parece en nada a la auténtica Ariel (blanca y pelirroja). Pero la estupidez ha ido a más: ha borrado de los créditos finales de Toy Story 2, donde aparecen una especie de tomas falsas, la escena del capataz Oloroso Pete con dos barbies, por acosador.

¿Las razones? Varias. En el caso de la versión de La Sirenita en live action (acción real, es decir, en carne y hueso), puede ser una forma de demostrar que la multinacional estadounidense no es racista, algo que no es baladí y más después de haber recibido críticas por blanquear a algunas princesas, como Pocahontas o Tiana, en la película Rompe Ralph 2 que se estrenó el pasado diciembre.

Hace meses, recibió critícas por blanquear a algunas princesas en la película 'Rompe Ralph 2': quiere arreglarlo con una Ariel negra

Por su parte, en la nueva versión de Toy Story 2 en 4K (la original se estrenó en 1994) que se ha preparado con motivo del estreno de Toy Story 4, el motivo trasciende a la multinacional estadounidense: entra el famoso movimiento #MeToo, que denuncia el acoso sexual en la industria del cine tras las acusaciones que recibió el productor Harvey Weinstein. También se tiene en cuenta que el cofundador de Pixar, John Lasseter, tuvo que dejar de ser director creativo de Disney y abandonar la empresa (primero de forma temporal y después, definitiva) por acusaciones de conducta inapropiada de índole sexual. Pero resulta un tanto absurdo borrar una escena que va al final de la cinta, a modo de toma falsa, y si no juzguen ustedes mismos el vídeo y el diálogo: “¿Son de verdad gemelas idénticas? Puedo conseguirles un papel en Toy Story 3, dice Oloroso Pete a dos barbies. “¡Perdón! ¿Ya es la toma? Bueno, chicas, fue un verdadero placer. Cuando quieran que les dé consejos de actuación será un placer ayudarlas”, añade, al darse cuenta de que le están grabando. Sin más.

Borrar una escena de 'Toy Story 2', estrenada en 1994, obedece a todo el movimiento #MeToo y las acusaciones sobre el cofundador de Pixar, John Lasseter, que tuvo que dejar Disney

Como bien saben, Disney es una multinacional estadounidense que ha optado por perder su esencia y pervertir a la infancia, optando por ser muy fiel a lo progre y a la ideología de género que impulsa el Nuevo Orden Mundial (NOM). Esto último significa, en resumen: feminismo, homosexualismo y ocultación de Dios. Buena prueba de ello se puede ver, por ejemplo, en: la pastora de Toy Story 4 lleva pantalones y es símbolo feminista, el primer protagonista gay en Jungle Cruise o el primer personaje bisexual en la serie animada Star vs. Las Fuerzas del Mal, la celebración de un desfile del Orgullo LGTBI en Disneyland o más panteísmo con la versión live action de El Rey León.