Me lo cuenta un famoso banquero español con toda una vida de contacto con México, El asunto es sencillo: los servicios de inteligencia mexicana está convencidos de que el virus del Covid es una producción de laboratorio que, encima, está programada para afectar de forma más grave a los occidentales. Puede ser verdad o no, pero lo cierto es que todo Occidente, empezando por el OMS, se ha conjurado para que no se acuse a Pekín de estar en el origen del virus, y mucho menos de estar realizando experimentos de guerra biológica. Ni tan siquiera de negligencia en la investigación.

Lo cierto es que el virus vino de China y que -excusatio non petita…- China no ha sido, ni de lejos analizada como debía haberse hecho. Comenzó denunciándolo Donald Trump, pero ese era el objetivo a batir por el Nuevo Orden Mundial (NOM) y por tanto, todo lo que él dijera debía ser negado.

Pero ahora que el NOM ha vuelto al poder en la persona de Joe Biden, la cosa cambia. Las salvas se vuelven lanzas: ahora todos piden cuentas a China… justo cuando ya no es posible probar nada.