Deutsche Bank no ha escapado a los efectos económicos del coronavirus. El principal banco alemán, que ganó 97 millones de euros en el primer trimestre de 2019, perdió 43 millones este año, después de provisionar 506 millones por el coronavirus.

Pero no se engañen: el Covid-19 es sólo uno de los problemas que afronta la entidad. Y es que los ingresos no aumentaron durante el trimestre y no superaron los 6.350 millones de euros. Y sin aumento de ingresos no hay crecimiento.

Ni siquiera la fuerte reducción de costes de personal (6%) y de los costes generales y de administración (6%), pudieron compensar la falta de crecimiento de ingresos y, mucho menos, las provisiones por el coronavirus. A estas alturas de la película, el beneficio de Deutsche Bank no puede depender de la reducción de costes.

La pandemia también afectó al ratio de capital CET1, naturalmente, que pasó del 13,7% al 12,8%. Tranquilos: sigue por encima (unos 240 puntos básicos) de lo que le exige el BCE, aunque, como saben, el banco bueno no es el que tiene mucho capital sino poca morosidad.