• El grupo alemán lanza un profit warning demoledor de los resultados en 2015: pérdidas históricas de 6.700 millones.
  • La profunda reestructuración que ha emprendido Cryan no afecta a la división de banca comercial en España.
  • No hay más ajuste que la supresión de 19 sucursales y la no renovación del acuerdo con Correos.
  • Las razones de los números rojos del grupo se repiten: la reducción de tamaño para centrase en banca de inversión y provisiones por multas.
La profunda reestructuración que afronta el gigante germano Deutsche Bank no afecta de momento a España ni a su red de sucursales, según la información facilitada a Hispanidad este jueves, el mismo día en que el grupo bancario ha lanzado un profit warning demoledor sobre sus resultados de 2015. Deutsche Bank informará oficialmente de esos resultados el próximo día 28, pero avanza unas pérdidas históricas que rondarán los 6.700 millones de euros. O sea, una barbaridad. Hay que remontarse a 2008, en plena crisis financiera, para encontrar un agujero de ese calibre, aunque entonces no llegaron a los 4.000 millones. ¿Qué está pasando en el banco más grande Alemania? Que el nuevo presidente,  el británico John Cryan (en la imagen), intenta poner orden desde que tomó el mando a mediados de año, tras la dimisión por derribo del equipo anterior, el de los copresidentes Jürgen Fitschen y Anshu Jain. De hecho, las razones de esas pérdidas históricas son las mismas que las anunciadas en octubre: los costes de la reestructuración y las provisiones para cubrir litigios legales y pagar multas. Pongan ahí el acuerdo con las autoridades americanas y británicas para pagar 2.500 millones de dólares para cerrar el caso de la manipulación de índices. Y añadan también eso la estrategia de Cryan, centrada, básicamente, en simplificar la estructura organizativa y convertir la división de la banca de inversión en la más potente del grupo, en detrimento de la banca minorista (de ahí la venta de su filial Postbank, siete años después de comprarla). Y a eso se une la dolorosa poda laboral, que ya se está concretado, y que afectará al 25% de la plantilla, unos 23.000 trabajadores. A la filial española, sin embargo, esa reestructuración le va a afectar lo justo, aparte de que no renovará el contrato con Correos, en Bancorreos, que vence el próximo 16 de marzo. Deutsche Bank, nos han informado desde la entidad, no tiene la red de oficinas en venta, no se va replegar, como han hecho otros bancos extranjeros (el último, el Barclays), y el ajuste no afectará a más de lo que ya está en marcha, un recorte de 19 sucursales. Al contrario de los que insinúan los rumores y de acuerdo con la estrategia 2020 del grupo alemán, España es uno de los países europeos más relevantes en la división de banca comercial, como Bélgica, Italia o Polonia. El número de sucursales quedará, este trimestre, en 230, 19 menos de las 249 actuales. Y en ese proceso no se contemplan despidos ni nuevos ajustes, más allá de los asociados a la vida laboral, como las jubilaciones. El recorte de oficinas se centra sobre todo en Madrid y Barcelona y el criterio que se ha tenido en cuenta es, sobre todo, el de la proximidad, para evitar duplicidades. Eso sí, el perfil del cliente que busca Deutsche Bank es el de rentas medias y altas y el de pequeñas y medianas empresas, pymes. Y también apuesta por la digitalización y por ser un banco especializado de productos de inversión. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com