Nicolás Gómez, conocido como el pequeño Nicolás, libra una guerra en los tribunales contra Mediapro, la productora de Jaume Roures, se ha apuntado un tanto, como quien dice, porque el fiscal se ha negado a archivar el caso, como había pedido el juez.

La querella, como adelantó en exclusiva Hispanidad, fue admitida a trámite en octubre de 2017, aunque el juzgado de instrucción de Madrid decidió inhibirse, y la causa se trasladó a los juzgados de instrucción de Barcelona, como había solicitado en querellado por el lugar de residencia. Nicolás Gómez recurrió esa decisión, sin éxito.

Según la comunicación del fiscal al juzgado número 11 de Barcelona (que pueden leer en la imagen adjunta), J. Lorenzo, se opone al sobreseimiento, porque “no ha concluido la instrucción”, están pendientes “la práctica de diligencias” y hay “indicios de la participación” de Mediapro en “un ilícito penal”.

El fiscal se opone a archivar el caso porque “no ha concluido la instrucción” y hay indicios de participación ilícito penal de Medriapro 

La comunicación, con fecha de 21 enero, a la que ha accedido Hispanidad, se refiere a la querella contra la productora en la que Jaume Roures tiene un 12% (aunque no aparece citado expresamente) por desvelar el número del teléfono móvil privado, nombre y apellidos de Nicolás Gómez en la emisión del documental Las cloacas de Interior en el canal de Youtube y en las televisiones vasca y catalana, ETB y TV3.

Las penas de las que se les acusa pueden ser de entre cuatro y ocho años de cárcel, además de una cuantiosa indemnización.

En el momento en que se presentó la querella (27 de julio de 2017), el documental seguía emitiéndose en Youtube, con 727.025 visualizaciones. La consecuencia, como suele ocurrir en estos casos, es que el pequeño Nicolás empezó a recibir mensajes y llamadas, básicamente porque ninguno de los tres medios tomó medidas tras vulnerar su intimidad.