• El banco de FG dejará atrás 25 años de servicio con la auditora, como han hecho este año Santander y Bankinter.
  • La número uno de las 'big four' arrastra todavía la "falta muy grave" por su papel en el escándalo de la Bankia.
  • Fue la auditora de Bankia en la etapa de Rato y redactó el informe previo a la salida a bolsa del grupo.
  • También saldrá castigada en la nueva Ley de Auditoría, aunque podrá derivar su actividad hacia la consultoría.
Deloitte no ha conseguido superar todavía el daño reputacional que sufrió con la salida de Bankia a bolsa, que le ha llevado a perder importantes clientes en lo que va de año. Al Santander y Bankiter, que cambiaron por Pricewaterhouse Coopers (PwC), se une ahora BBVA, que también cambiará de auditor. Ya ha convocado la licitación para ello, según informa El Economista. Y es que en la mente de todos está que Deloitte fue la auditora de Bankia cuando la presidía Rodrigo Rato y fue también el consultor, a instancias de la CNMV y del Banco de España, del informe previo a la salida a bolsa del grupo. En el balance, como digo, su labor quedó cuestionada, en su doble perfil: como consultor y como auditor. Y esa es la razón también de que BBVA se sume ahora al mismo paso dado por Santander o Bankinter. El común denominador en la rotación de estos tres pesos pesados del Ibex es que dejan atrás 25 años de servicios de Deloitte. A pesar de ello, sigue siendo la compañía que más cotizadas españolas audita. Y entre ellas, 14 del Ibex como ACS, OHL o FCC. No ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde está a la cola de las big four. La purga a Deloitte por Bankia también se dejó sentir en algunos de los flecos introducidos en la Ley de Auditoría, como el relativo a la rotación prevista en el negocio que se reparten las cuatro grandes. Es la razón por la que Ernst &Young podrá seguir auditando hasta 2020 a Iberdrola y Telefónica. Deloitte será, sin embargo, la compañía más perjudicada en los contratos de la auditoría en la Ley que entrará en vigora mediados de este año. Detrás de ello está su papel en el escándalo de Bankia. Lógicamente, podrá seguir ofreciendo, e incluso potenciando, sus servicios como consultora. Es la doble vía de negocio. Con la consultoría se gana mucho más dinero que con la auditoría, pero la auditoría da un prestigio que garantiza una auditoría de prestigio. Una cosa lleva a la otra y Deloitte pierde músculo en lo más importante. Del gris episodio en el que se cuestionó su labor en Bankia ya le informamos a propósito de la bronca a gritos que provocó entre la CNMV y el ICAC (Instituto de Contabilidad y Auditoría). La intención del ICAC fue imponer una multa ejemplar a Deloitte, pero finalmente cedió a las presiones de la CNMV y del Banco de España y rebajó esa sanción de 50 a 12 millones de euros. Deloitte, todo sea dicho, alegó en su defensa que había actuado a instancias de los reguladores. Lo que quedó fuera de toda duda, en cualquier caso, es que la falta de Deloitte como auditor y consultor de Bankia fue calificada como "muy grave" y ese señuelo le ha acompañado desde entonces como un sambenito. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com