Se ha tratado de un ataque “innoble e inhumano”. Los obispos de la India han definido así y condenado los actos violentos contra el hospital católico en Ujjain, en el estado de Madhya Pradesh. Según la información de la Agencia Fides, una delegación de obispos visitó el hospital misionero, pudiendo constatar lo ocurrido. La instalación, administrada por la diócesis de Ujjain, cuenta con 200 camas en el reparto de maternidad, y desde hace 44 años brinda sus servicios médicos a la población de Ujjain y a las zonas rurales de alrededor.

La mayoría de los pacientes provienen de grupos sociales desfavorecidos, marginados y pobres que no pueden pagar la atención sanitaria. Miles de pacientes visitan el hospital todos los días y son tratados sin distinción de clase, etnia o religión.

El 12 de marzo, más de 60 militantes, armados con cadenas y palos, entraron en el complejo del hospital por la fuerza. Bloquearon el acceso y a urgencias además de apagar los generadores eléctricos y el sistema de suministro de agua, poniendo en riesgo la vida y la seguridad de pacientes inocentes e indefensos. La multitud también agredió verbalmente a las religiosas y al personal de turno.

Miles de pacientes visitan el hospital todos los días y son tratados sin distinción de clase, etnia o religión

La diócesis de Ujjain ha presentado una denuncia ante la policía y ha contactado con las autoridades gubernamentales pertinentes, denunciando tales “atrocidades y actos de acoso”.

La Conferencia episcopal de la India, el Consejo Episcopal Regional de Madhya Pradesh y la diócesis Siro-Malabar de Ujjain han expresado su “profundo sufrimiento, angustia y preocupación” afirmando que “este ataque empaña la imagen del Estado y de toda la India”.

“Pedimos al Estado y al gobierno de la Unión que castiguen a los culpables y garanticen el estado de derecho”, afirmó mons. Leo Cornelio, Arzobispo de Bhopal, invitando a las instituciones “a no permitir que ningún individuo o grupo esté por encima de la ley”.

El ataque estuvo motivado por una disputa sobre la propiedad de la tierra en la que se encuentra el hospital. La Iglesia Católica es propietaria formalmente desde 1961. Algunos poderes políticos locales lo niegan y reclaman su propiedad. La disputa se encuentra en proceso ante un tribunal.

En los últimos meses ha habido otros incidentes similares, en los que las multitudes violentas se han dirigido contra las instituciones católicas en zonas con una pequeña minoría de bautizados. El pasado mes de enero, se produjo un ataque contra el colegio de Sant Mary en Vidisha.