• Las redes sociales, caldo de cultivo para que los colosos de Internet se aprovechen del usuario.
  • España multa a Facebook por los problemas que ya tiene en Europa: usa y retiene datos privados con fines publicitarios.
  • Recurrirá, como Google, por abuso de posición frente a sus rivales. ¿De verdad que los tiene?
  • Y a la sombra de dudas se añaden los impuestos que no pagan, mientras Europa se conjura para evitarlo.
Que los colosos de Internet actúan sin frenos es sabido, pero no dejar de ser sangrante cuando se comprueba, como este lunes, que Facebook utiliza los datos personales del usuario -por tanto, protegidos por ley- para su conveniencia y sin pedir permiso. Lo hace en España y esa razón  la Agencia Española de Protección de Datos le ha puesto una multa de 1,2 millones de euros, pero ojo: es la misma razón por la que esa multinacional afronta tantos problemas legales en Europa. Lo mismo, en otro ámbito, ocurre con Google, que ha anunciado un recurso ante el Tribunal de Justicia de la UE por la multa récord de Bruselas, en junio, de 2.420 millones por abuso de posición. En concreto, Bruselas apuntó que se favorece a sí misma de forma sistemática a través de Google Shopping (el servicio de comparación de precios) frente a sus rivales. Claro, que uno se pregunta si de verdad los tiene. Es un modo de "asfixiar" el mercado de comparadores de precios, del mismo modo que se carga la prensa libre, junto Facebook, al quitar a los medios el 89% de la publicidad digital. Google recurre y Facebook anuncia que hará lo mismo en España. Pero esas prácticas no dejan indiferente al espectador. La multa de Protección de Datos responde a las prácticas que emplea, consideradas infracciones graves, por violar la ley de privacidad. En plata: Facebook recaba información del usuario sobre la ideología, sexo, religión, gusto o su modo de navegar por Internet sin avisar al usuario y para utilizarla, después, con fines publicitarios. Tan sencillo como como los clicks a Me Gusta, en la red social o en las páginas de terceros, incluso de personas que no están registradas en Facebook aunque visiten sus páginas (algo que ocurre, por ejemplo, al pichar un link). Con esos datos crea perfiles en las sombra de seguimiento que no están ni registrados en la red. Esa información, además, no la elimina, sino que la conserva y recopila, gracias a los cookies, hasta 17 meses. A ese doble pulso se une otro mayor por los impuestos que no pagan los países en los que opera, lo que afecta, no sólo a Google y Facebook, sino también a otros como Apple o Amazon. La reacción más firme parte de Francia y Alemania, pero ya ha recibido el apoyo de Italia y España. Bruselas también secunda que esas tecnológicas paguen la parte que deben en los países europeos donde obtienen beneficios. Lo ha dicho este lunes Vanessa Mock, portavoz de Fiscalidad de la Comisión. El objetivo es que paguen "la parte justa de impuestos donde se crea valor". Pero para ponerlo en marcha hace falta un acuerdo. La propuesta franco-alemana será presentada ante el resto de socio en la reunión de ministros de Finanzas, el próximo sábado, en Tallin (Estonia). Rafael Esparza