• Nadie se atreve a pronosticar qué cambios se producirán en el régimen castrista a partir de ahora o sobre los pasos en EEUU para eliminar el embargo.
  • Lo único que sabemos es que después de 54 años, la bandera yankee ya ondea en uno de los últimos reductors del comunismo.
  • La reapertura oficial de la embajada es un paso clave para normalizar las relaciones política entres los dos países. La gran incógnita está en las relaciones económicas.
Llegó el día. Después de 54 años cogiendo polvo, la embajada de Estados Unidos en Cuba reacogerá oficialmente desde hoy a la diplomacia de ambos países. Allí en La Habana está John Kerry, celebrando este día histórico junto a sus antiguos enemigos del régimen castrista. La reapertura de la legación en la isla contará con numerosos actos simbólicos. Entre ellos, el izado de la bandera norteamericana o la lectura de un poema de Richard Blanco, un escritor estadounidense de origen cubano. Estarán en la ceremonia oficial, además, los dos marines que plegaron la bandera tras el bloqueo de las relaciones con Cuba el 4 de enero de 1961. No intervendrá en el acto, en cambio, la disidencia cubana. Esta celebración es un paso definitivo para la normalización de los lazos entre ambos países. No obstante, ningún analista se atreve a pronosticar qué cambios se sucederán en el régimen cubano de ahora en adelante. El propio John Kerry advierte, en una entrevista a la cadena Univisión, que "no va a cambiar todo de un día para otro". A pesar de su cautela, el Secretario de Estado norteamericano sí confía en que va producirse "alguna transformación" en el país. Conviene destacar que Estados Unidos ni si quiera ha derogado todavía la ley que habilita el embargo comercial a la isla y que la oposición de los republicanos deja en minoría a Obama. Se restrablecen, por tanto, las relaciones políticas, pero nada se sabe de las económicas (las empresas americanas, desde luego, ya han mostrado su interés por invertir en Cuba). Los gestos más significativos entre los dos países se reducen, de momento, a la liberación e intercambio de presos y la eliminación de Cuba del listado norteamericano de países que patrocinan el terrorismo. Por este motivo, se abre a partir de hoy un escenario copado de interrogantes. La respuesta a estas incógnitas solo lo sabremos con el tiempo. Daniel Esparza daniel@hispanidad.com