Con la actual crisis social que atraviesa España, fruto de la pandemia, el Gobierno de la nación entiende que la Renta Mínima de Inserción (RMI), debe ser complementada hasta los 1042€ por familia, y que englobarían a 4 o más miembros, con la Renta Mínima Vital (RMV)

En este sentido, las familias que reciben la RMI tendrían automáticamente y de oficio la RMV. Sin embargo, este modelo tiene algunos inconvenientes para Fundación Madrina que trabaja desde hace 20 años acogiendo a los colectivos que sufren máxima vulnerabilidad social, víctimas de exclusión, violencia, trata o abuso. Después de analizar durante la semana pasada alrededor de 1200 usuarias que se han acercado a la entidad, para solicitar información de la RMV así como ayuda de alimentación y enseres de bebe la Fundación ha encontrado que con el modelo de Renta Mínima Vital actual que ha desarrollado el Gobierno, el concepto de unidad familiar contempla únicamente a aquellos que residan en el mismo domicilio con o sin vínculos familiares, limitando a dos el número de máximo de titulares del ingreso mínimo vital en cada domicilio.

Fundación Madrina considera más equitativo que esta distribución de la RMV viniera definida por los integrantes del “libro de familia”, y no limitada el máximo de dos titulares por vivienda que define el actual modelo del Gobierno, ya que en la situación actual de crisis social post-pandémica, nos encontramos con pisos donde conviven más de 3 y 4 familias en el mismo hogar. Este hecho provoca que el 27% de las familias atendidas, y objetivo de RMV, se quedara fuera de la ayuda.

Asimismo, con la renta mínima vital propuesta, una familia con 9 hijos cobraría lo mismo que con 3 hijos, es decir, a partir de 4 miembros el importe de ayuda no se ve incrementado. Las familias con más de 3 hijos atendidas por Fundación Madrina suponen el 70% de todas las familias necesitadas, luego sería una ayuda insuficiente.

El 8% de las familias con necesidad atendidas, tanto de asilo como de extranjería, al tener menos de 1 año de legalización en España, se quedarían también fuera de la ayuda.

Cabe señalar, además, que a día de hoy hay muchas familias españolas, especialmente embarazadas y familias sin papeles, que carecen o se les niega el empadronamiento y por lo tanto nunca conseguirán ninguna ayuda o bien asistencia sanitaria, ya que existe una exclusión social y administrativa permanente de estas mujeres y familias con hijos a cargo por problemas legales y administrativos. Efectivamente, servicios sociales y la administración no dispensa asistencia social o sanitaria sin el empadronamiento, y muchos propietarios de inmuebles, o familias que les subarriendan, no quieren empadronar este perfil de mujer con hijo a cargo por el riesgo que conlleva de impago o por no perder las ayudas sociales respectivas. Es decir, hay un porcentaje significativo de familias con hijos a cargo en España que se encuentran actualmente en una situación fantasma para la administración, encontrándose en grave situación de calle como consecuencia de la pandemia.

Cabe añadir igualmente, que sigue habiendo una gran brecha digital en las familias vulnerables de siempre, que dejará a muchas familias también fuera de la ayuda, ya que se cambia el modelo de referencia de la ayuda, que es la trabajadora social y los servicios sociales, por un “modelo de gestión” que será más informatizado y a través de la Seguridad Social, lo que complica la accesibilidad de esta ayuda y provoca una gran indefensión en estas familias; además de que muchas de ellas carecen de internet o conocimientos informáticos.

Asimismo, nos hemos encontrado que un 32% de la muestra de usuarias atendidas se encuentran en situación de ERTEs impagados a día de hoy; y que otro 7% de la población cobra solamente una pequeña prestación de paro mínima de 200€ al mes. Todo ello imposibilita al 39% de la población total acceder a cualquier tipo de ayuda, encontrándose en una situación igualmente de riesgo de calle inminente.

Los motivos de descarte que ha averiguado Fundación Madrina se reparten de la siguiente forma:

  1. a) Un 3% por ser mayor de 65 años;
  2. b) Un 6% sobrepasa los ingresos;
  3. c) Un 6% son menores de 23 años embarazadas;
  4. d) Un 7% están en el paro con prestación mínima;
  5. e) Un 8% tienen menos de 1 año de residencia legal;
  6. f) Un 11% sobrepasa los ingreso en menos de 100€, teniendo sin embargo 3 o más hijos a cargo;
  7. g) Un 27% son más de 2 titulares conviviendo por piso; y
  8. h) Un 32% se encuentra en una situación de ERTEs no habiendo tenido ningún  ingreso desde el 14 de marzo y quedándose fuera de cualquier tipo de prestación social.

Dadas las circunstancias, actualmente, hay una gran desconfianza entre las familias vulnerables en que este tipo de ayuda llegue a ser efectiva, no solamente por los ERTEs impagados sino por otras ayudas “fantasmas” anunciadas y que nunca llegaron; como las ayudas a las empleadas de hogar, entre otros; como los créditos ICO que llegan tarde y las ayudas al alquiler.