Crimen de los tirantes: Rodrigo Lanza, condenado a sólo cinco años de cárcel por el asesinato de Víctor Laínez. Y claro, es que el jurado dictaminó homicidio imprudente: era odio ideológico -agravable- pero no quería matarle.

El agresor era una antisistema que se encaró con la víctima, mayor que él, porque llevaba unos tirantes con una bandera de España. Es decir, que era un fascista. 

Sin embargo, el antisistema Lanza, cambio de 'look' ante el juicio, y se presentó ante el jurado como un muchacho correctamente vestido. El jurado decidió que no se trataba sino de un homiciido imprudente porque realmente, Lanza no quería matarle, sólo golpearle. Luego, tuvo tan mala suerte que el agredido cayó hacia atrás, se golpeó la cabeza y murió. Y como la intención no era matarle, pesó más la intención que la causa. Para el señor Lanza, un tio que viste tirantes con la bandera de su país, en su propio país, es un sujeto que está pidiendo una paliza. 

Enmarcado por el fallo del jurado que declaró homicidio imprudente, los jueces 'solo' han podido condenar a cinco años al homicida, por razones ideológicas, Rodrigo Lanza.