El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha comparecido esta mañana en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Congreso.

El ministro ha afirmado que en los meses de marzo y abril, un total de 3,4 millones de trabajadores se acogieron a un ERTE especial por la pandemia del Covid 19. De ellos, 2,9 millones han podido volver a su trabajo. Y que los 495.000 restantes que no han vuelto a su trabajo tenían contratos temporales. "Desgraciadamente y, esta es lección pendiente, el ajuste del empleo ha sido en trabajadores temporales”, sobre todo en el sector turístico, ha explicado el ministro.

Escrivá ha explicado que pretende convertir los ERTE por causa mayor en un mecanismo de naturaleza “permanente”, con el apoyo de los agentes sociales.

Según ha explicado el ministro, el Estado se ha gastado 13.000 millones de euros enmadera laboral por la crisis del Covid. La mayor parte, 5.218 millones, se destinó a las exoneraciones del sistema de protección de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). La prestación extraordinaria para autónomos se llevó 4.138 millones y las exoneraciones a las cotizaciones de autónomos 2.203 millones. Mientras que las medidas dirigidas a trabajadores por cuenta propia llegaron a los 6.300 millones. Y la prestación por incapacidad temporal ha supuesto 1.369 millones.

Además, entre abril y junio, 1,5 millones de autónomos se acogieron a una prestación extraordinaria por cese de actividad y cuando el modelo cambió -para sustituir un modelo de cierre total por incentivos para compatibilizar con la vuelta a la actividad-, 150.000 trabajadores se acogieron al nuevo modelo. "Tenemos que ver la nueva prestación”.

Otro dato que ha aportado Escrivá es que, desde marzo, se han producido 1.645.000 bajas laborales -con una duración media de 18 días-, de las que el 75% se debe a la obligación de estar aislados por contacto estrecho con una persona con coronavirus y solo el 25% por estar contagiados.