• Fabricio Alvarado se opuso con vehemencia a la recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para legalizar el el matrimonio homosexual y la ideología de género.
  • También se opone a la legalización del cannabis, al aborto y a la fecundación in vitro (FIV).
  • Fabricio Alvarado y el exministro oficialista Carlos Alvarado disputarán la presidencia de Costa Rica en una segunda vuelta el 1 de abril.
  • A pesar de los pesares, la antigua América española continua defendiendo la vida y la familia.
El diputado evangélico Fabricio Alvarado (en la imagen) y el exministro oficialista Carlos Alvarado disputarán la presidencia de Costa Rica en una segunda vuelta el 1 de abril, luego de que ninguno de los candidatos lograra más del 40 por ciento de los votos necesarios para ganar en una disputada primera vuelta. Con el 86,6 por ciento de las mesas escrutadas, Fabricio Alvarado lideraba con un 24,8 por ciento de los votos, seguido por el izquierdista Carlos Alvarado con el 21,7 por ciento. "La invitación más que a votar fue para unirnos a un movimiento (...) Costa Rica salió a votar y el mensaje ha sido claro: Costa Rica ya no desea más de lo mismo", dijo Fabricio Alvarado ante los vítores de miles de seguidores el domingo. "(Proponemos) la soberanía de la familia como base fundamental de la sociedad, donde se gestan los valores. Costa Rica le ha dado un mensaje a los partidos tradicionales: nunca más se metan con la familia", agregó. Y es que Fabricio Alvarado, expresentador de televisión de 43 años, llegó como favorito con su promesa de oponerse a una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obliga al país a legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. De hecho, anunció que en un eventual Gobierno suyo desconocería la opinión de la CorteIDH y sacaría a Costa Rica del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Además, se opone también a la legalización del cannabis, el matrimonio gay, el aborto, la fertilización in vitro y la «ideología de género», según Wikipedia. Por su parte, Carlos Alvarado no partió como favorito, pero la amenaza conservadora sobre la agenda progresista y social del presidente Solís acabó por animar a sus bases y darle un pase a la segunda vuelta tan inesperado como el del propio mandatario Solís en 2014. El aspirante, por contra, prometió poner en vigor la resolución de la Corte IDH sobre el matrimonio homosexual y mantener algunas líneas del gobierno Solís, como una urgente reforma fiscal que el oficialista Partido Acción Ciudadana, sin mayoría en la Asamblea Legislativa, no pudo aprobar durante el mandato. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com.