Tal y como publicó Hispanidad, el 16 de noviembre pasado, Carlos Martínez Echavarría, uno de los consejeros más antiguos de El Corte Inglés, y compañero de batallas del otro consejero longevo, Florencio Lasaga, dúo conocido coloquialmente en el grupo empresarial como “los abuelitos”, presentaba su dimisión como Consejero y dejaba la empresa con demasiada precipitación y por la puerta trasera, tras llevar más de cincuenta años formando parte de la compañía.

Pues bien, el abuelito en cuestión, Martínez Echavarría, no presentó su dimisión: fue invitado a marcharse en el plazo de 48 horas, porque el Gran Almacén está realizando una campaña de limpieza y no quiere tener ningún miembro del Consejo de Administración presuntamente implicado en tramas de corrupción investigadas por la Fiscalía.

Todos en la empresa, conocen de la íntima y estrecha relación laboral y personal de Martínez Echavarría, desde hace más de cuarenta años, con Ramón Blanco Balín, el conocido asesor fiscal de todas las personas influyentes y adineradas del país, condenado ya con pena de prisión por la trama Gurtel y por delitos contra la Hacienda Pública, evasión de capitales y blanqueo de idem.

Blanco Balín está siendo investigado en otras tramas que se encuentran en vigor en la actualidad en la Audiencia Nacional y la relación laboral con Martínez Echavarría, pues juntos y durante muchos años, han gestionado todos los fondos de El Corte Inglés en época del fallecido Isidoro Álvarez, el patrimonio familiar de este, y el de otros muchos, como la hermana del difunto María Antonia Álvarez a quien Echavarría y Balín montaron la empresa “MALVA S.L” donde se gestiona todo su patrimonio; empiezan a ser incómodos para la nueva Presidencia y Consejo de Administración del Gran Almacén.

En el afán de la empresa de limpiar temas oscuros del pasado, regenerar el Consejo de Administración y eliminar a personas vinculadas con supuestas ilegalidades, la decisión fue firme y unánime, 48 horas para marcharse. Ese y no otro, como la salud de la mujer de Martínez Echavarria que parece ser la excusa oficial y no deja de ser una falacia más para tapar la autentica realidad, es el motivo de la precipitada salida del anciano consejero.