• El regulador sospecha que la filial de paquetería, Correos Express, usa la subvención oficial para ofrecer productos por debajo de su coste.
  • El pasado noviembre registró la sede central de la empresa pública, pero los hechos se conocen ahora.
  • La tesis se basa en que Correos busca desesperadamente posicionarse en el negocio del transporte de paquetería, que está en auge por el comercio electrónico. Tiene acuerdos con Amazon y con Alibaba.
  • Mientras, Correos Express acumula pérdidas años tras año. Se estima que entrará en beneficios en 2039.
  • Y en el entretanto, no olviden que Bruselas ha impugnado las subvenciones que recibe el correo postal.
Como ya contamos en Hispanidad, Bruselas lleva desde el año 2014 detrás de Correos, pero la cosa empeora y se puede decir que la empresa pública está contra las cuerdas. Y es que ahora se ha sabido que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le investiga por competencia desleal en paquetería urgente. En concreto, el regulador sospecha que la filial de paquetería, Correos Express, usa la subvención oficial, que recibe para el Servicio Postal Universal, para ofrecer productos por debajo de su coste real y hacer una competencia desleal al resto de empresas del sector. Una situación que ya denunció la Organización Empresarial de Logística y Transporte UNO -patronal de empresas de paquetería y mensajería-, tal y como informó Ok Diario. El pasado 11 y 12 de noviembre, la CNMC registró la sede central de la empresa pública, pero los hechos se han conocido ahora, después de que Correos recurriera la orden de registro y el regulador resolviera en contra. Los inspectores del regulador de la competencia se llevaron documentos, archivos digitales y material informático, con el visto bueno del Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 22 de Madrid, que expidió el mandato para realizar el registro. Dos furgones de la Policía Nacional acompañaron a los inspectores. El regulador de competencia recuerda que los servicios de paquetería no están incluidos en el Servicio Postal Universal, por tanto, deben prestarse en régimen de competencia con el resto de los operadores del sector. De ahí, que el asunto sea grave, pues la CNMC sospecha que con dinero público, es decir, de todos los contribuyentes, se está financiando un negocio ajeno al servicio público. Una tesis que no es para nada exagerada, ya que Correos busca desesperadamente posicionarse en el negocio del transporte de  paquetería ante el declive inexorable del negocio postal tradicional. Así, lo demuestra el hecho de que en el año 2014 dedicara 6 millones de euros a publicidad y patrocinio con el fin de promover envíos de paquetería relacionados con el comercio electrónico. Además, ha lanzado algunas iniciativas, aunque aún están muy verdes: Homepaq (instalar buzones en los portales de las viviendas para que los vecinos envíen y recojan paquetes) y el portal de e-commerce Comandia, para impulsar la venta online de pequeños negocios, entre otros. Y es que parece que a Correos sólo le ha funcionado la estrategia de tirar los precios para que los grandes del comercio electrónico le elijan como su operador de transporte. De hecho, ya tiene acuerdos con Amazon y con una filial de Alibaba. Además, los malos números de Correos Express refuerzan la tesis: acumula pérdidas años tras año, sólo en 2014 la cifra mejoró un 4%. Pero las estimaciones tampoco son buenas, pues se prevé que a ese ritmo la filial de Correos dejaría los números rojos y entraría en beneficios en 2039. Un escenario delicado, y en el entretanto, no podemos olvidar que Bruselas ha impugnado las subvenciones que recibe el correo postal. Cristina Martín cristina@hispanidad.com