Según cuenta consalud.es, China informaba hace unos días que ha acelerado todos los procesos para encontrar la vacuna contra el COVID-19. El Ministerio de Defensa chino anunció a través de un comunicado de prensa que el primer prototipo de la vacuna contra el nuevo coronavirus se encuentra listo para ser sometido a los primeros ensayos clínicos. Un proyecto que ha sido desarrollado por la empresa privada CanSino Biologics, en colaboración con la Academia Militar de Ciencias Médicas.

Por su parte, la pasada semana el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba el inicio de los primeros ensayos de una posible vacuna. Este proyecto está siendo financiado por el Instituto Nacional de Salud y desarrollado por la empresa de biotecnología Moderna. A diferencia del prototipo que se está probando en el país asiático, la posible vacuna estadounidense se basa en una tecnología denominada ARN mensajero (ARNm). Esta copia el código genético del virus en vez de transmitir una versión atenuada de este. La vacuna consistiría en dos inyecciones aplicadas en el brazo del sujeto. Cabe señalar que, hasta la fecha, ninguna vacuna que haya sido elaborada con la técnica de ARNm ha conseguido superar los trámites de aprobación para su aprobación en seres humanos, recuerda consalud.es.

La OMS comunicaba hace unas semanas la puesta en marcha del denominado como 'Ensayo de la Solidaridad'. En este participan varios países, entre ellos el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Estas terapias se centran en el remdisivir, la cloroquina, ritonavir y lopinavir, y una combinación de ritonavir/lopinavir con interferón-beta, añade consalud.es.

En cuanto a España, ha destinado un total de 30 millones de euros para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) para ayudar en proyectos que investiguen el desarrollo de una posible vacuna. De estos, 25,2 millones de euros se destinarán al Instituto de Salud Carlos III que destinará hasta 24 millones de euros a proyectos que tienen por objetivo “generar conocimientos sobre la infección”, para poder facilitar el abordaje de la misma en cualquiera de sus fases de propagación, recoge consalud.es.

Buena parte del protagonismo se lo llevan los centros nacionales de Microbiología (CNM) y de Epidemiología (CNE). En el caso del primero, que ofrece apoyo a los centros del SNS en los casos en que las enfermedades infecciosas generan una situación de alerta para la salud pública, se está encargando principalmente del análisis y confirmación de casos de enfermedad por coronavirus (COVID-19), gracias al trabajo de diferentes unidades, apunta también consalud.es.