El coronavirus ha asestado un nuevo golpe a las matriculaciones, pues han bajado un 85% en la primera semana del estado de alarma y se desplomarán este mes. Esto supone otra mala noticia para el sector del automóvil, que cerró 2019 con ventas en negativo (-4,8%) y no ha empezado bien este año: en enero descendieron un 7,6% y en febrero, un 5,9%.

Los datos de la consultora MSI para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) sobre la primera semana del estado de alarma, que han sido recogidos por Europa Press, reflejan la “parálisis total del sector”. Al cierre de plantas de producción por parte de los fabricantes y el anuncio de ERTEs, se suma el cierre de los concesionarios y el parón de actividad en la mayoría de talleres oficiales.

Las ventas de automóviles cerraron 2019 en negativo (-4,8%) y no han empezado bien este año: enero (-7,6%), febrero (-5,9%)... y ojo, a marzo

El pasado 16 de marzo, primer día laborable tras decretarse el estado de alarma, las matriculaciones se hundieron un 73%, hasta las 1.412 unidades. Esta cifra se queda muy lejos de los 5.200 vehículos que de media se matriculaban al día en 2019 y además, eran operaciones cerradas con anterioridad. Hasta el 17 de marzo, la caída acumulada en lo que iba de mes era del 20,8%, situándose en 33.129 unidades, lo que no hace esperar un buen dato al cierre de marzo.

Paralelamente, los talleres de las redes oficiales de concesionarios sólo han recibido 2.370 peticiones de reparación urgente en los cinco primeros días tras la declaración del estado de alarma, según Faconauto. Por tanto, la actividad de la posventa oficial ha pasado a ser prácticamente inexistente, si se compara con los 240.000 pasos de taller de media que registran semanalmente los concesionarios cuando operan a pleno rendimiento.