Finalizó la Convención del Partido Popular con unas curiosas palabras del líder, Pablo Casado: “Cobarde es el que se va del partido”. Que no don Pablo: los cobardes son ustedes. Muchos se van del PP, precisamente, por su cobardía y por su tibieza, que es distinto.

Por ejemplo, la cobardía del PP para defender la vida del más inocente y el más indefenso de todos los hombres: el concebido y no nacido. Sí, esa pesadez, don Pablo, que pocos le recordamos por que está presente, allá al fondo, en casi todos, por no decir en todos los votantes naturales de la derecha. pues representa la mayor vergüenza de la sociedad actual.

Dos vergüenzas para los populares: Rajoy y Aznar. El primero clama contra los doctrinarios. Es decir, contra los que tienen doctrina, principios, valores

Casado pide unidad en el partido. Es lo que reclaman los líderes que miran hacia adentro, como si un partido político fuera el fin, y no un medio para cambiar la sociedad.

Por mucho que le haya fastidiado, Pablo Casado debería tener en cuenta el electrizante discurso del Jaume Vives en la Convención del PP: sí, el español-catalán tuvo la grosería de solicitar el voto para Vox, pero lo hizo, como tantos otros, desde el cabreo profundo que siente con un PP en el que creyó en su día y ahora no puede creer. Hay muchos jaumes en España.

Así, el hombre que se ha convertido en defensor de los catalanes no separatistas, dijo lo más concreto que pudo escucharse en tres días de Convención. Dijo que el PP ha dado una patada a dos colectivos: los catalanes no separatistas y los católicos. Tiene toda la razón y Casado debería tomar buena nota de ello. La primera patada por cobardía, la segunda por tibieza, que también es cobardía pero más profunda. Para mantenerse en el poder, Aznar y Rajoy pactaron con los separatistas y traicionaron al resto de los españoles, quienes se han sentido lógicamente ninguneados. Pero lo progre era considerar que el acabose de la libertad y la democracia eran el PNV y CiU. Y claro, el 155, como recuerda Vives, llegó tarde y mal.

Aznar califica a Vox de estridente. Puede, pero a Vox le votan los electores del PP: ¿por qué será, don José María?

En segundo lugar, mucho más grave, el PP se burló de los católicos. Oiga, puede que los españoles hayan dejado de ser católicos pero España no puede dejar de serlo porque España es un producto de la Cruz. Aquí operaron los dos elementos, cobardía y tibieza, más cobardía en el caso de Aznar, más tibieza en el caso de Rajoy.

Y así llegaron las dos vergüenzas de la convención: los dos ex, Mariano Rajoy y José María Aznar. El primero, el más tibio, apelando, como buen cobarde, contra los peligro de sectarios y doctrinarios. Esta segunda prédica tiene su aquel, porque para quien, como don Mariano ha elevado la tibieza a categoría, un doctrinario es todo aquel que cree en algo, en una doctrina, en unos principios, en unos valores que no sean los bursátiles o los del cuadro macro. Y claro, Rajoy defiende su cobardía con un ataque de falsa moderación: aquel que cree en algo es un fanático, un doctrinario o un sectario.

José María Aznar no es un tibio pero sí un cobarde acomplejado. Por eso se conformó con hablar de excéntricos, supongo que en relación a Vox, sin preguntarse lo mismo que no se preguntan en el PSOE, cuando analizan por qué tantos españoles votan y piensan a votar a Vox: se centran en lo que Vox ha hecho mal y no en los que ellos no han hecho bien. No comprenden que la gente puede estar con Vox o contra Vox, pero están hartos de la tibieza del PSOE y del PP, así como del cajón de sastre de Ciudadanos.

En resumen, Rajoy y Aznar coincidieron en el diagnóstico y ambos se equivocaron en el mismo: aconsejaron a Casado que corra con mangueras a las inundaciones y con barcazas al incendio. Pablo, no te dejes llevar por los cambios de rumbo drásticos, le susurran, justo cuando el electorado pide justamente eso: un cambio de rumbo drástico.

Señor Casado, no sea usted cobarde, como don Mariano y don José María: prescinda de los consejos de los educadísimos Mariano y José María y acoja los consejos del maleducado Jaume Vives. Y así, será usted el que le quite votos a Ciudadanos, a Vox y al PSOE, no al revés.