Caixa Geral ganó 126,1 millones de euros durante el primer trimestre del año, un 85% más que en marzo de 2018. La noticia es positiva, sin duda, aunque queda enturbiada por el hecho de que la entidad pública, la mayor de Portugal con una cuota de mercado superior al 20%, seguirá ejecutando los ajustes a los que se comprometió con Bruselas en 2016, tras el rescate de 5.000 millones de euros.

El plan acordado incluía la venta de su filial española, que compró Abanca en noviembre de 2018 por 364 millones de euros. Pero también contemplaba la salida de 2.200 trabajadores hasta 2020, de los que 547 dejaron el banco en 2017 y 646 en 2018. El presidente ejecutivo del banco, Paulo Macedo, aprovechó la publicación de los resultados del primer trimestre para anunciar que en 2019 el ajuste afectará a unos 570 empleados de los 7.627 que tiene actualmente.

En cuanto a la actividad bancaria hasta marzo, el crédito a clientes pasó de 53.360 millones de euros en 2018 a 50.905 millones en marzo de este año. Los depósitos, por el contrario, crecieron en 3.317 millones y alcanzaron los 64.771 millones. El margen financiero cayó un 2,8%, hasta los 283,4 millones de euros por los bajos tipos de interés, según la entidad.