“Sólo será necesario presentar el alta de autónomo y la declaración de la renta, y el banco proporcionará inmediatamente el dinero porque la garantía estatal es completa y automática, y no habrá evaluación por parte del banco”, afirmó el lunes el ministro de Desarrollo Económico italiano, Stefano Patuanelli. Y es que, de los 400.000 millones ‘movilizados’ por el Gobierno de Guiseppe Conte, una parte irá destinada a los trabajadores por cuenta propia, que podrán acceder a un máximo de 25.000 euros en las condiciones descritas.

Se trata de la mayor inyección de dinero público en la historia de Italia: 400.000 millones de euros avalados al 90% por el Estado, es decir, por los contribuyentes, que tendrán que devolver esa deuda durante años. Por comparar, en España, cuatro veces menos y el Estado sólo avala entre el 60 y el 80%

Italia no es una excepción, lamentablemente. España tampoco. El nivel de endeudamiento de los países del euro, alentados por los bajos tipos de interés del BCE y por la irresponsabilidad de una clase política que nos ha endeudado para un par de generaciones, ya era insostenible antes del coronavirus. Imagínense hasta dónde puede llegar ahora, tras el ejemplo italiano. Vamos directos hacia una crisis mundial de deuda que será mucho peor que cualquiera de las anteriores. Seguro. Será la crisis de la quiebra de los Estados.