Consejo de Ministros del martes 18 de febrero de 2020. María Jesús Montero se ha convertido en el puntal del Gobierno Sánchez. Nadie como ella para vender lo invendible. Por ejemplo: el compromiso firme del Gobierno para trabajar con todos los eslabones de la cadena alimentaria, no sólo para un precio justo sino para que “su trabajo sea socialmente reconocido”. O sea, que agricultores, ya lo sabéis, que lo ha dicho María Jesú: a lo mejor os morís de hambre pero vuestra labor, incluso vuestro fallecimiento, será socialmente reconocido. Por éstas.

Mucho mejor, donde vas a parar, que aquello otro de la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, ubicada a su lado, cuando se refería a que ya ha comenzado a desmontarse la reforma laboral del PP, la de Fátima Báñez.

Según Yolanda Díaz, el desmontaje de la reforma laboral ya ha comenzado, al suprimir los despidos por acumulación de bajas. Si ella lo dice…

Mira, compañera, esa reforma es imposible -repito, imposible- de retirar. Lo úncio que ha hehco el Gobierno Sánchez, tan amigo de los signos y de coger la parte por el todo, ha sido obligar por decereto ley a que no se pueda despedir a un trabajador por acumualcion de bajas.

¿Es justo? Pues según cómo se mire, porque el absentismo laboral está disparado en España y porque los médicos, especialmente los de medicina general en nombre de los psiquiatras, tienden a ofrecer bajas laborales con gran facilidad por depresión, ansiedad, etc.

Ahora bien, de ahí a lo de doña Yolanda: Nos encaminamos a conseguir el “mandato internacional para un trabajo decente”. Señora, ¿qué es un trabajo indecente y dónde figura eso del ‘mandato internacional por el trabajo decente’?  

Pero no se trata de hacer, sino de vender. Y este Gobierno, sobre todo, María Jesús, vende de miedo.

Y mientras tanto, Isabel Celaá, mujer progresista, prepara la ley educativa para la corrupción de menores… y se estrena con una querella contra el pin parental

Y en paralelo, Isabel Celáa, que ha perdido protagonismo al perder la portavocía, intenta recuperarlo a costa de “épater les bourgeois” con una ley de educación que parece dirigida a corromper a los menores. Así, doña Isabel se ha apresurado a llevar a los tribunales al Gobierno de Murcia contra el pin parental. O sea el gobierno que trabaja con el mantra de “desjudicializar” la vida pública cuando los requerimientos van contra los indepes, arremete ahora judicialmente cuando se trata de castigar a un gobierno del PP porque les da a los padres la oportunidad de vetar las marranadas que algunos intentan inculcarles a sus hijos.

Curioso.

Se me olvidaba, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros  figuraba Irene Montero, ministra de Igualdad. No se sabe exactamente por qué, pero estaba. Esta vez no grabó vídeo. De eso ya se encargan los servicios de Moncloa.