• El bono social no ha cambiado pero es que no tenía que haber cambiado.
  • La ley antidesahucios no es sino un atentado, otro más, contra la libertad individual y la propiedad privada.
  • Y las cláusulas suelo son de lo más lógico.
  • El Gobierno también hace demagogia: por ejemplo con el paro juvenil.
Consejo de Ministros del viernes 23 de diciembre. Nuestro amable portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, acude a la cita con el titular de Energía, Álvaro Nadal (ambos en la imagen). Vienen a vender el bono social, que es algo muy vendible en esa España de la demagogia permanente, con una clase política empeñada en hacerlo todo "a beneficio de los huérfanos, los huérfanos y de los pobres de la capital". Es el festival de la demagogia. Para entendernos, el bono social es lo mismo que había antes adaptado a la sentencia -quisicosa- del Tribunal Supremo. A los pobres, ahora llamados vulnerables, desconozco por qué, no se les cortará la luz. Antes tampoco, lo que pasa es que no estaba claro quien corría con el gasto. Pero todo es… a beneficio de los huérfanos. Y lo malo es que el precio de un producto no debe depender de la renta consumidor. Porque el producto tiene unos costes dados. Que lo utilice el pobre pero el rico es otra historia.. Eso no es otra cosa que una bolsa de fraude. El Gobierno debe preocuparse de que se paguen salarios dignos no de subvencionar a los mal pagados el recibo de la luz. Más demagogia: la nueva ley antidesahucios catalana. La  paralizó el Tribunal Constitucional pero al Parlamento le importa poco y continúa adelante. Ahora bien, no deja de ser un atentado contra la propiedad privada y contra la libertad individual. Y en cualquier caso, ha convertido a España, especialmente a Cataluña, en un país de okupas y jetas. Guay de alimentar la demagogia. ¿Las cláusulas suelo? Más demagogia. Las cláusulas suelo son muy lógicas mientras se expliquen bien al suscriptor de hipotecas. Más demagogia. Méndez de Vigo asegura que se ha llegado a un gran acuerdo con la comunidades autónomas. La cosa consiste en que se eleva el déficit permitido en 2017 hasta el 0,7% del PIB, mientras se insiste en que en 2019 no habrá déficit autonómico. ¿Y cómo se hace eso sin recortes? Nadie quiere ponerle el cascabel al gato y el gato hace de las suyas. Plan de Garantía Juvenil: demagogia. El Gobierno Rajoy nos vende como nuevo lo que ya es viejo. Fondos europeos que, además, no se sabe par qué se emplean exactamente, porque, no se lo van a creer pero nadie tiene demasiado claro que son las llamadas políticas activas de empleo. Si quieren crear empleo bajen los impuestos laborales. Pero no con la limosna que se otorga a los empresarios que contraten jóvenes. País de demagogos: la del PP, y la de la oposición. Eulogio López eulogio@hispanidad.com