Consejo de Ministros del viernes 24 de mayo, último antes de las elecciones europeas, locales y autonómicas. Entra en la sala la ministra portavoz, Isabel Celaá. "Buenos días, señoras y señores", dice antes de tomar asiento. "Theresa May ha anunciado su dimisión", comunica, "una mala noticia para quieren deseamos una retirada ordenada". 

Continúa anunciando un "periodo de dificultades", alegando que el Brexit duro es "una realidad casi imposible de frenar". Recuerda que las elecciones son en dos días, y aprovecha la incertidumbre británica para avisar a los españoles de que estos acontecimientos "nos empujan a progresar y no a retroceder"; no hay que dejarse "arrastrar por los extremismos" y "nacionalismos". Cumple así con las indicaciones de Iván Redondo: presentar una fachada socialista moderada y sensata para hacerse con el centro y sus votos.

La OCDE le echa una bronca al Gobierno Sánchez por su política fiscal: le pide menos IRPF y más IVA y advierte que no recaudará lo que pretende

Asimismo, las expectativas del Gobierno de presenciar un vuelco electoral hacia la izquierda en el viejo continente con "altas". No tarda en justificar su alegría la ministra detallando que las instituciones europeas "han sido ocupadas durante 15 años por el PP". 

Otra noticia: Pablo Iglesias cree que es "de sentido común" ser ministro de Pedro Sánchez. Ahora bien, "el sentido común al final resulta ser bastante subjetivo", explica Celaá, que insiste en que la composición del Gobierno es "una facultad reservada en exclusiva al presidente"; "El PSOE sigue aspirando a tener fortaleza suficiente para gobernar en solitario", comunica la portavoz. Por cierto, hablando de mayorías parlamentarias, "el Gobierno no está buscando ventajas adicionales" con la suspensión de los presos. 

Otra mentira, en el asunto que mejor domina: economía. La OCDE nos felicita. Falso. Es verdad que el ultimo informe de la OCDE aplaude a una España que continúa creciendo. A la baja, pero con un PIB creciente. Sin embargo, le echa una bronca al Gobierno Sánchez por su política fiscal: le pide menos IRPF y más IVA, justo lo contrario de lo que está haciendo. Y no se trata de que la OCDE piense que tenemos muchos o pocos impuestos, que en eso no entra, sino que las previsiones de ingresos fiscales del Gobierno no van a poder cumplirse y esto significará más déficit público.