Como se sabe, la ONU encargó una misión para investigar la situación de los derechos humanos en la dictadura venezolana de Nicolás Maduro. Y los descubrimientos no han sido precisamente agradables: delitos de lesa humanidad contra los presos políticos.

Pues bien: se han conocido nuevos datos sobre el informe de la ONU que revelaba las brutales técnicas de tortura de la dictadura de Maduro en Venezuela, recoge Infobae.

En concreto, el informe detalla que la dictadura bolivariana de Maduro da palizas, asfixia con sustancias tóxicas y agua, somete a los detenidos a posiciones de estrés, realiza reclusiones prolongadas en régimen de aislamiento en condiciones duras; acomete violencia sexual y de género, incluida la desnudez forzada y violación; realiza cortes y mutilaciones, así como descargas eléctricas y usa drogas para inducir a la confesión, así como la tortura psicológica.

“Algunos de estos actos provocaron lesiones físicas graves y/o permanentes. Esto incluyó la pérdida de funciones sensoriales o motoras, lesiones reproductivas, abortos, sangre en la orina y costillas rotas”, explica la misión de la ONU. Los horrores del régimen de Maduro, agregan, también provocaron traumas psicológicos graves y depresión.

La chavista Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) perpetró actos de violencia sexual o de género contra los militares detenidos durante los interrogatorios para degradarlos, humillarlos o castigarlos. “Los funcionarios/as de ambos sexos de la DGCIM sometieron a las personas a desnudez forzada, a veces durante días. Los custodios masculinos amenazaron con violar a los detenidos con objetos punzantes, principalmente palos y bates, y en un caso violaron a un detenido. Se administraban descargas eléctricas y golpes, incluso en los testículos”, detalla el informe de la ONU.

Asimismo, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) arrestó, detuvo y torturó o maltrató arbitrariamente a personas por motivos políticos. “Las torturas y los malos tratos generalmente se llevaban a cabo durante los primeros días de la detención, antes de la comparecencia inicial ante el tribunal, mientras que las personas detenidas permanecían incomunicadas. Muchos ex detenidos también fueron testigos de la tortura de otros detenidos no políticos en las instalaciones del SEBIN”.