En Hispanidad venimos comentando que las VTC ya nacieron proletarias. Es cierto que el sector del taxi ya no es lo que era y que deben volver a la práctica de una licencia por persona. Ahora bien, si comparamos la situación con la que han empezado Uber y Cabify respecto al taxi, no hay color. He aquí un ejemplo: Demófilo Martínez, todo un profesional que hizo de su vehículo todo un portento al servicio del cliente, "un taxi como no hay dos": cigarillos, colonia, revistas de actualidad y hasta un buenas noches.

Cómo hemos cambiado... a peor: antes se podía fumar en los taxis y, ojo, ¡sin necesidad de ponerse el cinturón!