Ada Colau ha sido investida esta tarde alcaldesa de Barcelona para un segundo mandato con los voto de los 10 regidores de su partido, Barcelona en Comú, los ocho de los socialistas y tres votos cedidos por Manuel Valls que junto Celestino Corbacho y Eva Parera, le han dado el “sí” a la, de nuevo, alcaldesa, mientras que los otros tres ediles, afiliados a Cs, han votado que no. El de Valls ha sido un apoyo fundamental  para que el republicano Ernest Maragall, que ha obtenido los 15 votos de su formación y los de Junts per Catalunya, no se hiciera con la alcaldía. "Sin nuestra decisión valiente usted no sería hoy alcaldesa", le ha ha dicho Valls durante su intervención en el pleno como presidente de grupo, después de enfatizar en que Colau también "ha elegido" al aceptar sus votos.

Colau presentaba su candidatura tras obtener el aval de las bases del partido en una consulta interna en la que el 71% de los inscritos apoyó la alianza con los socialistas para conservar la alcaldía.

A partir de ahora, según el mandato de las bases de Barcelona en Comú, la alcaldesa deberá negociar un gobierno de coalición con Jaume Collboni

El Pleno en el Ayuntamiento de Barcelona, uno de los más tardíos del día, ha empezado marcado por las protestas en la calle, donde centenares de manifestantes independentistas se han concentrado con consignas de apoyo a Quim Forn, el cabeza de lista de JxCat en las elecciones locales, procesado por su participación en el 1-O como es conseller de Interior y en prisión provisional. Forn, en prisión provisional, llegó ayer a Barcelona procedente de la prisión de Soto del Real y que ha participado en el Pleno de investidura bajo estrictas medidas de aislamiento impuestas por el Tribunal Supremo.Las protestas se han centrado en Forn pero también se han dirigido contra el pacto de socialistas y comunes que ha bloqueado el acceso de los independentistas a la alcaldía de Barcelona. Los manifestantes han lanzado gritos en favor de la libertad de los procesados con consignas como “fuera fascistas de la alcaldía”.

Manuel Valls, Celestino Corbacho y Eva Parera le han dado el “sí” a Colau mientras que los otros tres ediles, afiliados a Cs, han votado "no"

Conservar la Alcaldía de Barcelona es un importante triunfo para una formación que ha visto reducido su peso municipal en toda Catalunya. La propia Ada Colau la noche electoral reconoció la derrota e hizo el amago de dar un paso atrás pero las maniobras del PSC y  el movimiento de Manuel Valls ofreciendo "a cambio de nada" sus votos a Barcelona en Comú para evitar que hubiera un alcalde independentista, acabó por allanar el camino a Colau que, a pesar de todo, no dejaba de asegurar que su prioridad era un pacto a tres con ERC y PSC.

A partir de ahora, según el mandato de las bases de Barcelona en Comú la alcaldesa deberá negociar un gobierno de coalición con Jaume Collboni, que los socialistas exigen que sea "paritario"