• Pilar García Torres (CCOO) señala a Hispanidad que sienten un "estupor absoluto", pues las indemnizaciones de los directivos despedidos "duplican, triplican y en algunos casos, quintuplican las de los trabajadores".
  • Si la empresa no pacta "en los términos de la sentencia" del TS, anuncia que habrá demandas individuales y se pedirá "reparación económica por reventar la huelga".
  • La responsable sindical en Madrid de Política Industrial y Servicios dice que Coca-Cola Iberian Parners "se permite el lujo de malgastar dinero", "sin solucionar el problema, tras tres sentencias desfavorables".
  • Con estos despidos, la gente de la antigua embotelladora catalana Cobega toma el mando absoluto en CCIP: "Daurella y Rufart arriman más el ascua a su sardina".
El culebrón de Coca-Cola sigue teniendo nuevos episodios y aún no se vislumbra su final, a pesar de que ya dura nada más y nada menos que 15 meses. El pasado jueves, elEconomista sorprendía a todos, al informar de que el embotellador único español, Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), había despedido en los últimos meses a más de 60 directivos con indemnizaciones de 100 días por año. Este viernes, hemos buscado la reacción de los sindicatos. "Sentimos un estupor absoluto", ha señalado Pilar García Torres a Hispanidad. La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid ha explicado que ese es el sentimiento que tienen por el hecho de que "premien a los directivos que han gestionado el conflicto" y lo hagan, además, con indemnizaciones que "duplican, triplican y en algunos casos, hasta quintuplican las de los trabajadores". Al hilo de esto, nos recuerda que la oferta de CCIP a los empleados afectados por su ERE con beneficios fue una paga lineal de 10.000 euros y una indemnización de 45 días por año trabajado. "Nos sorprende que no acometa una solución para el problema que tiene encima de la mesa, tras tres sentencias desfavorables, y se permita el lujo de malgastar dinero", ha subrayado García Torres. Sin embargo, no podemos olvidar que CCIP no sólo planteó un ERE, que afectó a 1.156 empleados (320 recolocaciones, 319 prejubilaciones, 279 bajas voluntarias y 238 despidos forzosos), sino también el cierre de cuatro fábricas -Colloto (Asturias), Palma de Mallorca, Alicante y Fuenlabrada (Madrid). El de esta última, como ya hemos comentado en varias ocasiones, sin razones económicas que lo justificaran, pues el traslado a Barcelona fue una cuestión política. Recuerden que la fábrica madrileña era la segunda más productiva de Europa, después de la de Lyon (Francia), y hace dos años tuvo una inversión tecnológica de 20 millones de euros. Es más, el actual responsable mundial de Marketing de la 'marca de la felicidad' y anterior presidente de Coca-Cola España, Marcos de Quinto, "habló maravillas" de la fábrica fuenlabreña y la definió como una "perla". Esto lo hizo en una entrevista para el programa 'Viajando con Chester', que entonces presentaba Risto Mejide, y que no se llegó a emitir, curiosamente. Pero la deslocalización de la producción y los despidos de directivos ocultan algo más. Como ya dijimos, la creación de CCIP fue una alianza entre las antiguas embotelladoras de Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía (Cobega, Colebega y Rendelsur). Estas, en la actualidad, concentran el 74% del capital social del embotellador único español. Mientras, los despidos de directivos han supuesto que el equipo de Cobega tenga los principales puestos en la dirección de CCIP, es decir, "ganan la partida", ha afirmado García Torres. De esta manera, Sol Daurella, presidenta del embotellador, y Víctor Rufart, director general, "arriman más el ascua a su sardina" y con ello, al sentimiento independentista. Y es que no es ningún secreto que Cataluña busca que sus empresas sean fuertes, en el caso de que una hipotética independencia. La responsable de Política Industrial y Servicios de CCOO Madrid también nos ha hablado de la última hora del conflicto, tras la decisión del Tribunal Supremo (TS) del pasado 15 de abril, en la que ratificaba la nulidad del ERE dictada por la Audiencia Nacional. En concreto, aún no ha salido la sentencia en firme, pero este viernes ha habido una asamblea entre abogados y trabajadores de la planta de Fuenlabrada-hay alrededor de unos 300 afectados-. En esta cita han acordado que, si CCIP no intenta hacer algún tipo de pacto "en los términos de la sentencia" para llegar a una solución, la primera medida serán "demandas individuales pidiendo la ejecución individual de la sentencia", que se adjuntarán después a una demanda colectiva. Y la segunda, pedir "reintegro y reparación económica por reventar la huelga". Paralelamente, cabe destacar lo que el pasado jueves contaba Asturias24, donde recogía declaraciones del magistrado de la Sala de los Social del TS y catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, Antonio Sempere. En concreto, dijo que "puede suceder de todo" y "lo deseable es que se acabe con un acuerdo colectivo", pero "si la empresa dijese que no puede reabrir los centros tendremos nuevos incidentes judiciales que habrá que examinar". El tiempo dará la respuesta, habrá que esperar para ver cómo acaba este caso tan mediático. Cristina Martín cristina@hispanidad.com