• Y por supuesto se aleja más de Goiri y Egea: la nacionalizadas Bankia y BMN han alimentado el bluf de las soluciones extrajudiciales.
  • Hasta el Poder Judicial saca los colores a los ministros de Economía y de Justicia, Rafael Catalá: teme la avalancha de denuncias.
  • La obsesión de hurgar en el pasado, se quejan los bancos, le ha dado en lo que más les duele: una crisis de reputación del sector.
En lo de las cláusulas suelo corre el tiempo para todos, está claro, pero no al mismo ritmo, está claro también. El Gobierno lanzó su proclama, en forma de decreto, con las soluciones extrajudiciales, pero la fórmula se está quedando en un bluf, por la tozuda realidad de los hechos. El caso a caso, el argumento en el que han insistido los bancos se está imponiendo al todos a una, que es lo que parecía en la mente del arquitecto de la cosa, el ministro Luis de Guindos (a la izquierda). Suele pasar cuando está mucho dinero en juego, pero el problema de fondo se ha ido aclarando con las propias sentencias del Supremo. Dicho de otro modo, el Tribunal ha rechazado o aceptado recursos según doctrina de la sentencia europea, que no universaliza las denuncias sino que concreta la ilegalidad de las cláusulas en la falta de transparencia. Ya les informamos de que el Supremo, con su sentencias, ha dicho sí a la retroactividad y no a los listillos. La pregunta, ahora, afecta al futuro inmediato -el decreto de Guindos trazo un periodo de tres meses para resolver las reclamaciones-, pero da bastantes pistas al respecto la reacción del Poder Judicial. La demostración más palmaria es que Carlos Lesmes (a la derecha), presidente del Supremo y del CGPJ, haya pedido en el Congreso "un plan de urgencia" para resolver el previsible atasco en los juzgados. Eso y temer una avalancha de demandas en los tribunales -justo lo que se pretendía evitar por los acuerdos extrajudiciales- es lo mismo. Lesmes no habla por hablar, sino que traslada la misma inquietud que ha visto en Tribunales Superiores de Justicia o en los jueces decanos de las principales ciudades. Con todo ellos se ha reunido. Y por eso plantea juzgados especializados en las cláusulas suelo en todas las provincias. A partir de ahí, queda claro todo lo demás, tanto el enfrentamiento de facto de los bancos con Guindos como el enfado del sector con Goirigolzarri y Egea, presidentes de Bankia y BMN, las dos entidades, todavía en manos del FROB, que optaron por devolver todo el dinero sin miramientos. La irritación de la banca no es nueva, simplemente va a más. Es la consecuencia de que hasta el Poder Judicial saque los colores a Guindos o al ministro de Justicia, Rafael Catalá (en el centro). Por cierto, éste ya avanzó -no le quedó otra- que confía en la especialización en los juzgados provinciales para dar una respuesta "eficaz" a las demandas. Y también se estarán tirando de los pelos los clientes, potenciales demandantes, en los que había calado el mensaje de que los bancos devolverán rápido lo más cobrado. Eso, dicho sin más precisiones, crea falsas expectativas, cuando, en paralelo, los bancos hacían sus propios cálculos y veían que no. Caixabank, por ejemplo, estimó que compensará a la mitad de los hipotecados con cláusulas suelo. Y ya le hemos contado también que lo que temen los bancos no es perder dinero sino reputación. Pero eso es lo que ha provocado obsesión de hurgar en el pasado. Rafael Esparza