• El impacto queda en 625 millones, frente a los 1.250 millones si todas sus hipotecas fueran ilegales.
  • Se distancia así de la fórmula de Goirigolzarri: devolver el dinero en todos los casos y sin esperar.
  • El quebranto en las cuentas de 2017, aplicando el decreto Guindos, será nulo.
  • Caixabank provisionó por si acaso 515 millones en 2015, antes de la sentencia europea, y el resto en 2016.
El impacto de la sentencia europea sobre las cláusulas suelo en el caso concreto de Caixabank será nulo en la cuentas de 2017. Pero hay más: si el banco hubiera tenido en cuenta que todas las hipotecas contratadas con cláusulas suelo fueron ilegales, por falta de transparencia, las pérdidas hubieran sido de 1.250 millones de euros, una burrada, pero no así. Lo que ha provisionado es la mitad: 625 millones. La posición de Caixabank, por tanto, no tiene nada que ver con la decisión radical tomada por Bankia y BMN, cuyos clientes no tendrán que pleitear. Los dos bancos han optado por devolver el dinero en todos los casos y sin esperar al desenlace de los procesos extrajudiciales establecidos por el decreto Guindos. Caixabank se había adelantado por si acaso a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (diciembre de 2016) y había provisionado prácticamente todo en 2015. En concreto, 515 millones, a los que sumó, en el último trimestre de 2016, otros 110 millones. Dos detalles: antes de la sentencia europea, la entidad ya había suprimido las cláusulas suelo en el caso de las familias vulnerables. Eso por un lado. Por otro, las provisiones en 2015 se realizaron a pesar del Banco de España, que se temió un impacto demasiado gravoso en algunas entidades si todas ellas hubieran hecho lo mismo. La postura de Caixabank responde al sentir general en el sector, por contraste con las rescatadas Bankia y BMN (de hecho, la decisión de Goirigolzarri no ha sentado lo que se dice bien al resto). Y pone de relieve lo que ya hemos explicado en varias ocasiones: que el quebranto es más reputacional que económico (es el temor extendido en los bancos), y que no todas las hipotecas con esas cláusulas son ilegales, la razón por la que se ha rebelado el Sabadell. Otra cosa es la demagogia de PP y PSOE a propósito de la decisión judicial. A esa queja se ha unido el presidente de AEB, José María Roldán, que ha insistido este jueves en el peligro de que la demonización de las cláusulas suelo acabe con el mejor sistema hipotecario de Europa. Las pérdidas potenciales para Caixabank se reducen a las provisiones, con el reflejo correspondiente en las cuentas de 2015 y 2016. Devolverá el dinero pagado de más a los clientes que efectivamente, con el criterio marcado por la sentencia europea, pagaron de más. El resto de los casos, si hay reclamaciones, pasarán a los tribunales. Rafael Esparza