• El PC de China poner fin al límite de dos mandatos presidenciales, lo que abre la vía a que Xi Jinping se mantenga en el poder por tiempo indeterminado.
  • Xi es presidente desde 2013 y, en teoría, debería abandonar sus funciones en 2023, aunque desde el principio del mandato da señales de quiere seguir al mando...
  • El Comité Central del PCCh propone incluir "el pensamiento de Xi Jinping" en la constitución, después de que en 2017 lo inscribiera en sus estatutos internos.
  • Su Presidencia se ha caracterizado por el culto a la personalidad, la omnipresencia en los medios, la represión contra los defensores de los derechos humanos. Ya tenemos otro Mao, otro timonel.
El Partido Comunista de China (PCCh) está buscando poner fin al límite de dos mandatos presidenciales inscrito en la constitución, lo que abre la vía a que el actual presidente Xi Jinping (en la imagen) se mantenga en el poder por tiempo indeterminado, publica Infobae. El comité central del partido, que actúa como una especie de parlamento de la institución, quiere eliminar de la constitución china la mención que indica que un presidente "no puede ejercer más de dos mandatos consecutivos" de cinco años, según confirmó este domingo la agencia oficial Xinhua. Xi es presidente desde 2013 y en teoría debería abandonar sus funciones en 2023, aunque desde los inicios de su mandato ha dado señales de querer concentrar más poder y continuar al mando de la segunda economía del mundo. El comité central del PCCh también propuso incluir "el pensamiento de Xi Jinping" en la constitución, después de que el año pasado lo inscribiera en sus estatutos internos. Estas propuestas se someterán a los parlamentarios chinos durante la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) que empieza el 5 de marzo. En octubre pasado, durante el XIX congreso quinquenal del PCC, Xi Jinping logró que se incluyera en el estatuto del partido su "pensamiento sobre el socialismo de estilo chino de la nueva era", un honor que hasta ahora sólo había recibido en vida Mao Zedong, fundador del régimen comunista en 1949. Desde su llegada a la cabeza del partido, en 2012, Xi Jinping concentra todos los poderes como ningún otro líder chino había hecho en los últimos 25 años. También puso en marcha una intensa lucha contra la corrupción que llevó a imponer sanciones a más de un millón de personas, aunque algunos la consideran como una manera de deshacerse de sus enemigos. Su presidencia se ha caracterizado además por el culto a la personalidad, con su omnipresencia en los medios, así como por el refuerzo de la represión contra los defensores de la democracia y los derechos humanos. Así que Xi Jinping quiere ser el nuevo Mao…, un modelo no precisamente tranquilizador... Andrés Velázquez andres@hispanidad.com