• Casi la mitad de los reporteros extranjeros en China confiesan haber sufrido interferencias e intimidación durante el ejercicio de su trabajo.
  • El 26% asegura que sus fuentes también habían sufrido presiones, detenciones e interrogatorios, una situación que repite desde hace años.
  • 2017 no es una excepción en los ataques violentos a periodistas o intimidación a los medios, como sucede desde décadas con los cristianos.
Que China es una dictadura totalitaria marxista es algo ya sabido. Por ejemplo, lo sufren los cristianos, perseguidos por el régimen comunista de muchas maneras. Aunque no se habla mucho de ello. Pero esta vez han sido los propios periodistas extranjeros que viven en China, es decir, los corresponsales, quienes han denunciado los métodos chinos. Hasta el punto de que el Club de Corresponsales de Prensa Extranjera en China (FCCC) ha publicado este martes el informe 'Acceso denegado: vigilancia, acoso e intimidación mientras las condiciones para informar en China empeoran', elaborado a partir de encuestas realizadas a corresponsales y medios de comunicación sobre sus experiencias durante 2017 en el país asiático, recoge La Vanguardia. Pues bien: casi la mitad de los corresponsales encuestados confesaron haber experimentado interferencia, acoso y violencia física durante el ejercicio de su trabajo, y el 26% aseguró que sus fuentes también habían sufrido acoso, detenciones e interrogatorios, una situación que se lleva repitiendo desde hace años. Durante 2017 tampoco disminuyeron los ataques violentos contra periodistas extranjeros y la intimidación a los medios, que continuaron junto con las crecientes preocupaciones sobre la vigilancia gubernamental y la invasión de la privacidad que sufren los corresponsales. También se destaca que las autoridades chinas han estado utilizando el proceso de renovación de visados para presionar a los periodistas y los medios cuyas coberturas no son de su agrado. Además, los chinos han intensificado sus intentos de denegar o restringir el acceso a periodistas extranjeros en muchas partes del país. Por ejemplo, a zonas delicadas como Xinjiang -región en el noroeste y hogar de la minoría musulmana uigur-, la frontera con Corea del Norte o a las zonas industriales. "Los resultados de nuestra encuesta proporcionan pruebas sólidas que sugieren que, partiendo ya desde un punto de referencia muy bajo, las condiciones informativas están empeorando", alertó la FCCC en un comunicado. Un último dato: el último informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) publicado el pasado diciembre denunció que China era el segundo país con más periodistas encarcelados en todo el mundo, con un total de 41. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com