Qué tontos, no beatifican a Chesterton. Dice el obispo que no tenía fama “local” de Santo. Verá monseñor: lo mismo le ocurrió a Cristo. Los suyos, los locales, no le recibieron y sus compatriotas le crucificaron.

Chesterton no tenía fama de santidad en su obispado. ¿Y quién la tiene? Ningún profeta es aceptado en su propia tierra, ningún santo es reconocido por su vecino.

La vida es lo mejor… y eso que no la hemos elegido: nadie nos pidio permiso para venir a este mundo.

En mi opinión, escasamente canónica, don Gilbert Keith Chesterton (GKC) debería ser canonizado por dos razones:

1.Pensaba que la vida era muy bonita. En su momento, este postulado resultaba revolucionario, hoy, simplemente electrizante. La humanidad vigente se divide en dos partes: los quejicas y los amargados. Necesitamos a GKC.

2.En segundo lugar, Chesterton era un sujeto agradecido. Suya es la frase de que la primera forma de pensamiento es el agradecimiento.

Chesterton no tenía fama de Santidad en su obispado. ¿Y quién la tiene? Ningún profeta es aceptado en su propia tierra

Y es que el hombre más inteligente de su tiempo no valoraba mucho la inteligencia, valoraba mucho más la jovialidad y la primera palabra que sale de la boca de los predestinados a la gloria: gracias.

Solo por eso, Chesterton debería ser canonizado. Señor obispo no tiene usted ni idea.

La vida es lo mejor… y eso que no la hemos elegido. Nadie nos ha pedido permiso para venir al mundo. Y debemos estarle agradecidos.