Twitter ha anunciado este jueves que a partir de la próxima semana vigilará muy especialmente y eliminará los tuits que contengan “narrativas dañinas, falsas o engañosas” sobre las vacunas del coronavirus. A partir de 2021, además, endurecerá la censura marcando los mensajes que contengan información “potencialmente engañosa”, “rumores sin fundamento, afirmaciones en disputa, así como información incompleta o fuera de contexto” acerca de las vacunas.

En pocas palabras: Twitter se convierte, junto a Facebook, en el gran censor de la humanidad, algo muy grave y ligeramente irritante.

Porque, como le dijo el republicano Ted Cruz al CEO de Twitter, “¿Quién demonios le ha elegido a usted para decidir sobre qué pueden informar los medios de comunicación y qué es lo que los americanos tienen derecho a escuchar?”.

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Esto es muy grave porque ataca directamente a la libertad de información y de opinión, uno de los pilares de las sociedades libres de todo el mundo. Y no hay que perder de vista que el coronavirus es sólo la excusa y la punta de lanza para censurar a todo aquel que discrepe de los postulados del poder global y de la religión universal que pretende implantar el Nuevo Orden Mundial (NOM). ¿Cuáles son esos postulados? La ideología de género, la igualdad y el cambio climático.