Este lunes, por fin, Pedro Sánchez se ha decidido a viajar a Barcelona, donde ha visitado a la Policía, pero no a Quim Torra, tras una semana de violencia a raíz de la sentencia del ‘procés’. Mientras, el balance sigue creciendo: ya van 289 agentes heridos (uno de ellos está en la UCI), casi la mitad del total, y 204 detenidos.

El presidente del Gobierno en funciones ha visitado en la Jefatura Superior de Policía a los mandos policiales y después ha ido a los hospitales Sagrat Cor y Sant Pau, donde están los agentes con lesiones más graves. Sánchez les ha agradecido su contribución a garantizar la seguridad y la convivencia para superar esta “crisis de orden público”, constatando “el salto de violencia radical” en las protestas. El líder socialista ha admitido que hará falta "mucha paciencia" para superar esta crisis. Ahora bien, lejos de hablar de más contundencia contra los violentos, Sánchez ha insistido en la moderación. "En estos momentos es muy importante garantizar la moderación que representan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para asegurar esa convivencia que ahora mismo está puesta en cuestión", ha dicho a los mandos policiales con los que se ha reunido.

Por cierto, en las afueras de ambos lugares, Sánchez ha recibido abucheos separatistas de casi un centenar de personas, entre ellas, personal sanitario.

Sánchez ha recibido abucheos separatistas de casi un centenar de personas, tanto en las afueras de la Jefatura Superior de Policía como en los hospitales

Conviene resaltar que en el balance de las protestas no cabe doble vara de medir en lo que respecta a la violencia, como hace la directora de Público, Ana Pardo de Vera, en TV3. En concreto, distinguió la violencia de “los chiquillos” y la de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, considerando esta última peor “porque parten de una situación de fuerza y además tienen el apoyo del Estado”. Increíble, pero cierto, vean aquí el vídeo, que ya ha criticado Vox.

Parece que Pardo de Vera olvida las cifras. De los casi 600 heridos, 289 son agentes. Uno de ellos, un antidisturbio de Vigo llamado Iván sigue en la UCI, tras sufrir el lanzamiento de un adoquín que le hundió el casco de protección: tiene traumatismo craneoencefálico, lesión en una vértebra y problemas respiratorios. Este lunes, desde el Sindicato Unificado de Policía de Galicia ha informado sobre su estado de salud: “el TAC ha dado resultado sin afectación a movilidad. Los pulmones avanzan muy bien. Si sigue así, está previsto que lo despierten esta tarde-noche”. Y frente a los heridos, hay que hablar de los detenidos: 202, de los que 104 han pasado a disposición judicial este lunes, pero por ahora, sólo 28 han entrado en prisión.

Desde la Generalitat, el conseller de Interior, Miquel Buch, ha insistido en que la ciudadanía se manifiesta pacíficamente el mismo día en que su jefe, Quim Torra, ha recibido una carta de Sánchez. Eso sí, el presidente del Gobierno en funciones no ha querido aprovechar en condiciones su corto viaje a Barcelona para reunirse con Torra, aunque en el trayecto ha telefoneado a la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, para mostrarle su solidaridad. Y es que los destrozos y los robos ya han causado daños que superan los 2,5 millones de euros.

Paralelamente, Junts per Cat ha referido la “persecución al independentismo” por el registro a la casa del abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, y a la Asociación Catalana de Municipios (ACM). Eso sí, debería tener en cuenta que los motivos son bien distintos: en el caso de Boye (que no tiene un historial impecable, pues fue condenado a 14 años de cárcel por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla en 1988), que declarará el miércoles, el registro se debe a supuesto blanqueo de capitales vinculado al narcotraficante Sito Miñanco; mientras que en el de la ACM se investiga una supuesta red de desvío de fondos.

Por cierto, el líder del PP, Pablo Casado, ha pedido al Gobierno que contemple el traslado de los presos del 'procés' a otra cárcel fuera de Cataluña. Horas después, ya en Barcelona, ha culpado a la Delegación del Gobierno de cambiar de opinión e impedirle visitar la Jefatura Superior de Policía catalana...