El presidente de la Generalitat, Quim Torra, pretende convertir el 1 de octubre, cuando se celebró el referéndum separatista, en medio de una gigantesca trifulca callejera, en el Día de la Victoria. Por cierto, también quiere poner en marcha un Foro constituyente, capitaneado por la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, con el objetivo -no lo ha dicho así, pero se entiende- de redactar lo que sería una especie de constitución catalana.

En paralelo, Torra presentó en la mañana del martes los ejes separatistas de acción del Plan de Gobierno para la presente legislatura, mientras que en Bruselas se celebra una segunda vista sobre la demanda de Carles Puigdemont y los exconsejeros huidos contra el juez Pablo Llarena.

De hecho, el Tribunal de Primera Instancia del juzgado francófono de Bruselas ha decidido darse seis semanas para decidir si es competente para juzgar el proceso por la demanda del expresidente catalán Carles Puigdemont y sus exconsejeros huidos contra el juez del Tribunal Supremo español Pablo Llarena, informa RTVE. Ya saben: Cataluña no se independizará, pero Puigdemont ha conseguido poner en solfa todo el espacio único de Justicia e Interior en Europa.

Puigdemont ha conseguido poner en solfa todo el espacio único de Justicia e Interior en Europa

La Corte acordó tres magistrados al proceso, como había solicitado el abogado que defiende los intereses de España, una posibilidad que la ley belga permite para casos "complejos" y "excepcionales".

Este martes, el Tribunal de Primera Instancia de la capital belga ha celebrado la segunda vista procedimental para esta demanda, en una audiencia en la que España se ha personado formalmente en la defensa del juez instructor de la causa del 'procés'.

Las partes tendrán ahora que presentar por escrito sus argumentos sobre las cuestiones de fondo como la competencia internacional de los Tribunales belgas, la inmunidad del Estado y la independencia judicial, lo que llevará varios meses. Posteriormente se celebrará una nueva vista para escuchar oralmente a las partes y habrá lugar para las deliberaciones y posterior decisión.

Se rompe Schengen y, por tanto, la Unión Europea

La defensa de Llarena adelantó en la primera vista que durante el juicio cuestionarán la competencia de las Cortes belgas en este caso y apelarán a la inmunidad jurisdiccional española.

Puigdemont y los exconsellers que huyeron con él a Bélgica argumentan en su demanda que la instrucción llevada a cabo por Llarena supone una vulneración flagrante de su presunción de inocencia y de la libertad de acción política, por lo que piden una compensación de un euro simbólico.

Para entendernos: un euroorden de un país socio no solo es negada por otro país socio, sino que, además, en el segundo se admite una querella del acusado contra el juez de la euroorden. Eso es romper Schengen y, por tanto, romper la Unión Europea.