Mariano Rajoy no ha prestado ni el más mínimo apoyo a Pablo Casado, su sucesor al frente del PP, durante la campaña electoral para el 28-A. Para unos sigue pendiente de su horizonte penal, pero otros opinan que espera el segundo batacazo electoral de Pablo Casado, el próximo 26 de mayo, para impulsar a Soraya Sáenz de Santamaría o a Alberto Núñez Feijóo, mejor a la primera.

Mariano Rajoy prepara el relevo tras el segundo batacazo. Soraya, ¿qué le das a Mariano?

¿Qué le das a Mariano, Soraya, que no puede vivir sin ti? A lo mejor es la pertenencia de ambos al Nuevo Orden Mundial (NOM) y a la fraternidad masónica.

El caso de Feijóo es distinto: es él quien busca a Mariano para lanzarse a la Presidencia… y cuando surgen primarias se arruga… y continúa incordiando desde Santiago de Compostela.

Pero el hecho es que la pasada Ejecutiva del PP fue tremenda para Pablo Casado. No se puede hablar de ultimátum por varias razones: Feijóo no estaba, Alfonso Alonso no tiene fuerza tras el desastre del PP en el País Vasco y sólo pudo forzar la marginación temporal del que fuera su número dos, tan progre como él y representante del Lobby gay en el PP, Javier Maroto. Chelines, la dueña del PP en Asturias, de nombre Mercedes Fernández, tampoco es una voz excesivamente respetada en Génova.

Así se suicida Pablo Casado: los varones  progres del PP le obligan a romper con Vox y a ser derecha moderna. O sea, abortista

Y cuando un autorizado exmarianista recordó que Aznar y Rajoy necesitaron tres elecciones para desalojar a los socialistas del poder y que Casado sólo ha fracasado en una, nadie se atrevió a seguir por el camino del ultimátum.

Pero si pasa la pelota, no debe pasar el delantero. Si no podían cargarse a Casado debían debilitarle. Y así, los barones progres del Partido Popular -asómbrense, entre ellos el castellano José Vicente Herrera, que tiene bemoles la copla- exigen a Casado un giro hacia la modernidad, una derecha progre, ‘modelna’ que le haga recuperar su espacio de centro. En definitiva una derecha abortista, frontera invisible pero cierta, que tantos peperos han cruzado.

Lo lógico sería unirse a Vox en las municipales, autonómicas y europeas

Sí, hombre, no se extrañen. El aborto siempre es mucho más que el aborto. El derecho a la vida marca una diferencia entre lo progresista y lo sensato (que diría el sensato Pablo Iglesias). Una vez que aceptas el aborto libre, ya eres progre, ya prediques liberalismo o socialdemocracia. De hecho, tiene gracia que el PP presuma ahora de liberal, tras el paso de Cristóbal Montoro por el Ministerio de Hacienda y tras la subida de impuestos del 1 de enero de 2012, algo a lo que el rey de la insensatez, Pedro Sánchez, no se ha atrevido, al menos por el momento.

Pero Casado ha mordido el anzuelo. Ahora va de progre, justo lo contrario que tenía que hacer tras el 28 de abril. A ver, alma de cántaro: si Vox te ha quitado 2,5 millones de votos, eso es porque te ha quitado a 2,5 millones de españoles a los que el partido lleva tomando el pelo desde hace 20 años, que la broma ya empezó con Aznar.

A este paso tenemos Sánchez para 15 años: del felipismo al sanchismo

Por ejemplo, el PP se ha burlado del voto católico, ese que, según Pedro Arriola no existe, aunque que resulta que, a pesar del desmadre moral actual del pueblo español, casi un 70% de españoles se define como cristianos.

Y así, por hacerse el progre y ceder ante los progres, Casado camina hacia otro desastre electoral. Recuerda lo de los augures romanos, según Goscinny: “Y mientras tengas a tu lado a Bruto, Oh César, nada tienes que temer”. Casado está hoy rodeado de Brutos.

Ahora no tocaba insultar a Vox: tocaba aliarse con él para recuperar el voto de los alejados. ¿Y Ciudadanos? No se preocupe: aunque ahora parezca exitoso, Rivera es una estrella fugaz, como siempre ha sido el alabado centrismo: o se lo acaba comiendo la izquierda o se lo come la derecha… porque nadie sabe qué es el centro.

Lo peor: a este paso tenemos Sánchez para 15 años: del felipismo al sanchismo. Y Felipe era malo pero listo. Sánchez…