Este viernes es un día importante para el BBVA, pero más todavía para Jaime Caruana. El que ha sido hasta diciembre director general del Banco de Pago Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), se incorpora al Consejo de Administración del banco que preside Francisco González. Es el octavo consejero independiente de quince consejeros que conforman el órgano de gobierno. Sí, son mayoría, lo que garantiza todo eso que están pensando.

El futuro de Caruana, no obstante, es suceder a FG cuando cumpla 75 años, en octubre de 2019. Tiene 16 meses por delante para aprenderse el banco, una tarea que deberá afrontar sabiendo que el todavía presidente es famoso por la escasa información que ofrece a sus consejeros.

Y en todo este asunto hay algo que llama poderosamente la atención pero en la que no se ha hecho mucho hincapié. Hablamos del pasado reciente de don Jaime como director general del BIS, también conocido como el banco de los bancos centrales. Casi nada. ¿No parece sorprendente que el máximo responsable del BIS se incorpore a un banco privado sólo seis meses después de dejar la institución? No ponemos en duda la legalidad del nombramiento, pero…

¿Puertas giratorias? Sea lo que fuere, el nombramiento de Caruana recuerda a otros fichajes similares perpetrados años atrás

De acuerdo, el BIS no es supervisor ni inspector, pero sí es el regulador más importante, no ya de Europa, sino del mundo. No inspecciona pero sí establece lo que tiene que inspeccionar el supervisor. Y fija las normas internacionales, por ejemplo, de recursos propios de la banca o los niveles de capital que deben alcanzar.

¿Puertas giratorias? Sea lo que fuere, el nombramiento de Caruana recuerda a otros fichajes similares perpetrados años atrás. Por ejemplo, el de José Pérez Fernández (conocido en el sector como Pepepérez), director de inspección del Banco de España en un momento clave para la banca en nuestro país, por el BBVA.

Otro: el fichaje del exgobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, por el Santander como consejero externo independiente. Sí, ya habían pasado cinco años desde que dejara el cargo en el BdE, pero…

En definitiva, Jaime Caruana aterriza este viernes en el BBVA con la vista puesta en el despacho que ahora ocupa FG. Cuenta con el apoyo del Banco Central Europeo, que le considera uno de los suyos. Y el BCE tiene dos potestades: no alargar el plazo del actual presidente, y vetar al sucesor propuesto por FG. Carlos Torres permanecerá como consejero delegado.