O innovas o desapareces. El curso anual de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), que se ha inaugurado este año en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) está dedicado a la tecnología ‘blockchain’ o cadena de bloques. La tecnología indeleble (al diccionario: que no se puede borrar ni quitar) que recalca la autoridad de cada cual en el proceso de trasmisión de la información. El ‘blockchain’ es una especie de antiplagio que impide destruir, robar o lanzar un virus a un proceso informativo que circula por la WWW. Pero, sobre todo, en teoría, al menos en teoría, permite evitar los intermediarios en Internet. Y ahí es donde surge el CEO del BBVA, Carlos Torres Vila. Según Torres, la cadena de bloques terminará con las redes sociales, es decir, con Google o Facebook: ¿a que no?

El ‘blockchain’ puede acabar con las redes sociales, asegura Torres: ¿A que no?

En privado repite lo mismo: en teoría la cadena de bloque termina con los intermediarios pero la historia, aun breve, de Internet, indica lo contrario. Indica que el comisionista, los Googles, acabarán fagocitando la nueva tecnología y manteniendo su oligopolio actual.

Resumiendo, que es gerundio: ojalá el CEO de BBVA tenga razón… pero lo dudo.

Y si el BBVA está dispuesto a conceder préstamos corporativos y sindicados a través de la cadena de bloques, enhorabuena. Es más, siempre en teoría, la ‘blockchain’ puede terminar en una nueva economía, precisamente al eliminar al comisionista. Hasta ahí todo es formidable. Lo digo en serio.

Pero algo es verdad: la cadena de bloques amenaza a los comisionistas, cáncer de la economía

Ahora bien, el problema de la cadena de bloques es que procede de la misma fuente inversora que el bitcoin. Mejor, que el conjunto de las criptomonedas, y no olviden que la identidad de su inventor real sigue envuelto en halo y leyenda.

Pues bien, ahí es donde se desata la melena Carlos Torres y nos sorprende a todos al pedir que los reguladores bancarios dejen de poner cortapisas a la operativa con bitcoin y criptomonedas varias. Por cierto, una postura que nada tiene que ver con la del Santander, que no cree en las criptomonedas. El propio José Antonio Álvarez lo admitió hace unos meses: "Desde el punto de vista financiero el bitcoin es irrelevante".

Hispanidad le pregunta al Ceo del BBVA si eso no es fomentar la especulación con una moneda sin referencia de soberanía que la respalde (es decir que, en caso de que vengan mal dadas, nadie responderá ante las pérdidas). Torres Vila se nos va a la nube (nunca mejor dicho): “apostar por una tecnología no es especular”. Pero es que, señor consejero delegado del BBVA, nadie está poniendo en solfa la tecnología de la cadena de bloques: nos parece estupenda. Lo que no nos parece tan estupendo es el bitcoin. No todo lo que puede hacerse debe hacerse.

No todo lo que puede hacerse debe hacerse

Porque la especulación no es innovación y nada tiene que ver con el bien común. La cadena de bloques sí, y sería maravilloso acabar con uno de los tumores de toda economía: el comisionista. Pero me temo que para eso se necesita algo más innovador que la tecnología: la voluntad.