El Vaticano quiere renovar el acuerdo provisional de 2018 con China sobre el nombramiento de obispos, como parte de los esfuerzos para «normalizar» la vida de la Iglesia Católica en aquel país, dijo recientemente el Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.

El 22 de septiembre de 2018 China y el Vaticano firmaron un acuerdo provisional acerca del nombramiento de obispos en el país comunista. En virtud de ese acuerdo, la Asociación Patriótica Católica China (CPCA por sus siglas en inglés) puede elegir una terna de candidatos de los cuales luego el Papa elige a uno, recuerda Aciprensa.

Ante ello, el cardenal chino y obispo Emérito de Hong Kong, Joseph Zen, denunció que la intención del Vaticano por negociar una prórroga del acuerdo con China está perjudicando la evangelización en el gigante asiático, recogió Infocatólica de CNA.

En ese contexto, el mismo cardenal Joseph Zen le ha pedido al Papa por carta un nuevo obispo para Hong Kong, puesto que “hace ya más de año y medio que no tenemos obispo”, según una entrevista a Aciprensa.

“Me gustaría recordar al Santo Padre que realmente tenemos necesidad de un Obispo que sea un buen pastor del rebaño. Recuerdo que al comienzo de su Pontificado nos dio muchas recomendaciones: ‘Un Obispo debe ser así, y no debe ser de este otro modo…’. Por lo tanto, espero que recuerde todas estas cosas y que nombre un buen Obispo que no dé demasiada importancia a los aspectos políticos”.

Poco a poco nos hemos dado cuenta de que los comunistas no mantienen sus promesas. Entonces estalló este movimiento de protest

En la entrevista, el Cardenal Zen también expresó la preocupación de los católicos de Hong Kong por la deriva autoritaria del gobierno chino hacia la ciudad que pretende reducir su autonomía y degradar su sistema democrático. Y por las presiones ejercidas por el gobierno de Pekín para limitar su Sistema democrático y los derechos de sus ciudadanos, añade Aciprensa.

“Todo el mundo sabe que cuando Hong Kong quedó sometida bajo soberanía del gobierno de Pekín, en 1997, se nos prometió que disfrutaríamos de una amplia autonomía. Esa autonomía está incluida en la ley fundamental que nos permite ser una democracia”.

Explicó que esa promesa de autonomía se ha incumplido: “Poco a poco nos hemos dado cuenta de que los comunistas no mantienen sus promesas. Entonces estalló este movimiento de protesta. En este momento, creo que todos se han unido a él porque se ha hecho obvio que, como colonia, quizás no disfrutábamos de democracia, pero disfrutábamos de todas las libertades. Ahora, necesitamos democracia en Hong Kong para salvar las libertades”.

Por último, lamentó que “en Hong Kong la situación se está volviendo similar a la de China. Por lo tanto, yo doy el mismo consejo: no provoques al gobierno, porque ahora es peligroso, porque te pueden mandar a prisión por una palabra que pronuncies. Pero luego, cuando sea necesario, podrán dar testimonio de la verdad y de tu fe”.