Otra de las grandes mentiras del Nuevo Orden Mundial consiste en asegurar que nos estamos cargando el planeta y que vamos a volver a la caverna.

Con lo que nos ha costado progresar y ahora los progresistas pretenden que vivamos peor.

Sí, es cierto que el cambio climático consiste en que la tierra se rebela contra el pecado del hombre.

Pero el hombre sigue siendo más importante que el planeta, que está a su servicio. Curioso: estas ideas resultaban evidentes para el más ignorante de nuestros abuelos. Sin embargo, hoy, nuestra pedantería nos lleva a hablar del “planeta” como un ser vivo.

Hoy diríamos “el planeta” pero lo que está ocurriendo ya ha ocurrido muchas otras veces en la historia, la primera con el desagradable incidente de la manzana, con un tal Adán y una tal Eva

Pero lo que está ocurriendo en el siglo XXI ya ha ocurrido muchas otras veces en la historia, la primera con el desagradable incidente de la manzana, con un tal Adán y una tal Eva. En ese momento, la naturaleza se rebeló contra el hombre, rey de la Creación. Un tal Adán y una tal Eva tuvieron que imponerse por la fuerza a una naturaleza hostil, pero jamás, a lo largo de los siglos y de las distintas civilizaciones, se les ocurrió la tontuna de personalizar al planeta y cosificar a las personas.

La esencia de toda crisis consiste en olvidar que el hombre es más importante que las cosas que le rodean y que cuidar el redicho planeta no es sino algo necesario para mantenerlo en servicio para las próximas generaciones… de personas, no de cosas.